Upata. La llegada de la Navidad, era una época de alegría, compartir, unión y felicidad en el municipio Piar; muchos vecinos se reunían para adornar las calles de sus sectores, mientras los colegios impregnaban la plaza Bolívar con sus poesías, parrandones y exposiciones gastronómicas e igualmente decoraban sus espacios educativos como parte de las tradiciones y costumbres que se desarrollaban en Upata.
Estas tradiciones tienen tres años que no se hacen en la Villa del Yocoima, algunos habitantes alegan, que es debido a la falta de apoyo de los ente locales, mientras otros manifiestan que la inflación y la escasez producen estragos en los bolsillos de los venezolanos y en la mayoría de las actividades que se acostumbraban realizar se perderán con el tiempo.
“Sólo quedarán recuerdos de las navidades y carnavales de Upata dentro de varios años”, esas fueron las palabras de Sara Fíguera, quien extraña las festividades decembrinas que se realizaban en la población, tienen tres años que no se desarrollan porque el burgomaestre considera que la cultura de Upata no es una prioridad o necesidad para la colectividad.
La declarante señaló que “son muchas las cosas que se han perdido en nuestro pueblo, no sabemos porque este alcalde considera que las tradiciones y costumbres no es una prioridad cuando un pueblo vive de su historia y cultura, no podemos dejar nuestra idiosincrasia a un lado, aquí todos los años se adornaban las Plazas y los espacios recreativos, debemos seguir manteniendo vivos nuestros hábitos”.
Recuperar actividades
A estas peticiones se unión Alexander Damota; quien dijo que anteriormente se adornaban las plazas, espacios recreativos y otros sitios para concursar en un festival navideño que se desarrollaba con apoyo del Instituto Municipal de Cultura, pero estas tradición dejó de efectuarse hace tres años por falta de presupuesto para seguir manteniendo la alegría y unión en los colegios.
Otro de los reclamos de Damota es la falta de sensibilidad que tiene el representante de la institución municipal con las actividades culturales que se coordinaban y que han dejado de realizarse debido a la falta de permiso y asignan de presupuesto para apoyar los grupos musicales, de danzas, teatro, títeres entre otras agrupaciones que han dejado de cumplir con algunos espectáculos.
También Marcos Ramos otorgó su opinión referente a esta problemática cultural, ya que él tenía 25 años coordinando las comparsas de carnaval y el tradicional sancocho de inicio de año; sin embargo, durante esta gestión no ha logrado cumplir con su tradición y costumbre por falta de permisología por parte de la institución que se encarga de emitir dicho documento.
Aunado a esta carencia el cultor explicó, que durante las gestiones pasadas se desarrollaban parrandones, festividades gastronómicas durante la época decembrinas en la plaza Bolívar, donde se unían los estudiantes, agrupaciones musicales y otros grupos para compartir con la colectividad un encuentro cultural que trasmitiera paz, amor e integración a la colectividad en general.
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