UPATA.-Con impunidad expenden alcohol a todas horas del día, en bodegones que se hallan en la avenida Raúl Leoni de Upata, municipio Piar. Dicen afectados que autoridades policiales y alcalde de esta localidad, hacen caso omiso a las denuncias realizadas por vecinos del sector Bicentenario y La Milagrosa.
Habitantes de esta zona, denunciaron que se cansaron de reunirse con representantes de los cuerpos de seguridad, también con el alcalde José Gregorio Martínez y nadie pone el cascabel al gato.
Ellos, aseguran que la presencia de los consumidores de alcohol y sus vehículos con equipos de sonidos, perturbar la paz y generan inseguridad.
Dicen que El Bodegón El Nono y Bodegón Teresa, venden aguardientes a todas horas del día, poseen un “telecañero”, en donde la gente puede hacer su pedido por una ventana en horas nocturnas, sin ningún tipo de problema.
“La gente sabe que el alcalde José Gregorio Martínez, es propietario de licorerías en la población, no queremos llegar a creer que la primera autoridad de este municipio se hace cómplices de aquellos que trasgreden la ley y ordenanzas”, acotó una de las afectadas.
Inmoralidad
Lugareños, apuntan que la contaminación sónica, no solo causa problemas en este lugar, igual los actos inmorales que acontecen. Los borrachitos hacen sus necesidades fisiológicas en los alrededores de las propiedades privadas y actos inmorales.
Religiosamente, los días jueves, viernes y sábados, después de las siete de la noche se congregan los clientes en sus automóviles con equipos de sonidos, “el volumen estremece las paradas de las casas, pedimos a la Guardia Nacional, policía del estado y policía municipal, pero nadie mete en cintura a los transgresores”, apuntó una de las residentes del sector Bicentenario.
El problema, según los afectados, es grave, ya que la alcaldía de Piar, o en su efecto Hacienda, otorgó permiso a estos negocios, sin tomar en cuenta que a escasos metros existe un liceo y un colegio.
Otro ciudadano explicó que los expendios de aguardientes son responsabilidad del ayuntamiento, tampoco deberían de estar cerca de un centro educativo. Otra de las licorerías denunciadas por residentes de Upata, es La Trinchera, a un lado de la Plaza El Ejército.
Los atribulados vecinos piden a representantes de los cuerpos policiales que hagan cumplir las ordenanzas municipales, también horario para la venta de aguardientes, para evitar que la violencia siga incrementándose.
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