Cicpc se adentró en una zona boscosa para ubicar a la víctima - |
Upata.- Cuando Diógenes José Basanta no llegó a casa, sus familiares no dudaron e iniciaron su búsqueda.
Lo último que sabían del hombre de 34 años era que había ido a trabajar, así que lo primero que hicieron fue ir a hablar con sus compañeros.
A uno de los que contactaron fue a Eymar Misael Hernández Tarazona, de 20 años. Supuestamente, al muchacho lo habían visto con Diógenes el día de su desaparición, pero cuando los parientes lo interrogaron, él negó la versión.
Lo que dijo Eymar no convenció a la familia, por lo que su nombre era uno de los que figuraba en la denuncia que fue recibida el sábado pasado por funcionarios de la Policía del Estado Bolívar.
Seis días después el caso estaba resuelto: el cadáver de Diógenes fue localizado en una zona boscosa. El cuerpo descompuesto estaba enterrado en una fosa hecha por Eymar.
Investigación
Aunque desde un primer momento a Eymar lo señalaron como sospechoso, los efectivos del Centro de Coordinación Policial Coviguard se apegaron al procedimiento de rigor.
Tras horas de búsqueda y entrevistas a los allegados de Diógenes, determinaron que el muchacho ocultaba información sobre el paradero de su compañero.
Fuentes policiales informaron que Eymar no quiso colaborar con la investigación, así que el caso fue reportado a los expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Una comisión del órgano detectivesco buscó al joven en su casa la mañana del viernes. Eymar se sintió acorralado y solo bastaron unos minutos para que confesara el crimen. De inmediato, quedó detenido.
Evidencias
Con la información suministrada por el homicida, detectives adscritos al Eje de Homicidios llegaron hasta el sector Santa María, adyacente a la Troncal 10.
Después de recorrer varios metros, avistaron un pequeño montículo de tierra. Tras excavar un poco, encontraron el cadáver de Diógenes.
A pesar del estado de descomposición, los sabuesos precisaron que el cuerpo tenía un disparo y estaba maniatado.
Los restos fueron desenterrados y trasladados hasta la Unidad de Ciencias Forenses para los análisis correspondientes.
Trascendió que mientras una comisión intentaba localizar el cadáver, un grupo de funcionarios allanó la residencia de Eymar.
En la vivienda encontraron una escopeta no industrializada sin seriales visibles, presuntamente utilizada por el joven para dispararle a Diógenes.
Nexos
Desde la sede del Cicpc se adelantan las diligencias para terminar de esclarecer el asesinato.
Después de la captura del homicida y del hallazgo de la víctima, los sabuesos trabajan para determinar el móvil del crimen.
De forma no oficial se conoció que Eymar y Diógenes eran compañeros de trabajo. Sin embargo, los detalles de la relación entre ambos es desconocida por los investigadores.
Trabajarán con los datos que puedan aportar los familiares para conocer más sobre la vida de los trabajadores.
También esperan por nueva información que revele el homicida para atribuirle un motivo al crimen.
Por el momento se presume que se trató de una venganza, así que no descartan que otras personas estén implicadas en el hecho.
Eymar permanece detenido en la Subdelegación Guayana a la espera de su presentación ante un tribunal de control.
Mientras tanto, los detectives continúan investigando para conocer qué fue lo que lo motivó a asesinar a su compañero.
(Primicia)
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