Notas Laborales / Por Gabriel
Moreno.
Nicolás Maduro Moros, presidente de la República, desde
adentro de Sidor, en estos días, hizo un cúmulo de anuncios y afirmaciones generales y, dos de ellas, de gran impacto en la
siderúrgica del Orinoco y Guayana toda.
El presidente de la República expuso, con visible alegría
suya, la recuperación productiva de Sidor y,
para escribir estos comentarios, respecto a eso, lo investigué, in situ, y la realidad es contraria a la afirmación
presidencial.
Sidor, productivamente, está en el suelo.
Constatar la caída de Sidor, es fácil.
Con sólo hacer un recorrido por sus instalaciones, la
realidad, que es superior a cualquier discurso, dirá que esta industria diseñada
como buque insignia de la industrialización de Guayana, está virtualmente
paralizada!
La producción de acero líquido que no es más que primera
concreción de la industrialización del hierro, en Sidor, digamos que está como
el viento loco, se va para volver.
Sólo en planchones e, intermitente, se produce acero
líquido. Cuando eso ocurre, acto seguido, se activan los procesos de laminados
en caliente y frío. Pero eso ocurre, a
veces. No es un proceso sostenido y permanente.
Palanquilla, donde se produce el acero para la producción
de barras (cabillas, entre otros rubros) y alambrón, está paralizada.
Fábricas de tubos, la vieja y la nueva, también están
paralizadas.
De manera que estando el corazón productivo en Sidor en
ascuas, el resto de la planta, en ese sentido, es obvio que, igualmente lo
esté.
Presidente Maduro, le presento mis respetos y le digo que
quien o quienes le informaron de la recuperación productiva de Sidor, le
mintieron. Usted sabe identificarlos.
Presidente, un día cualquiera, en sus tres turnos, preséntese
de incognito en Sidor y, seguro estoy, que usted, directamente constatará el
brutal estado de abandono de Sidor.
Digamonos las verdades, las bárbaras terribles. En cuanto
a Sidor, hoy, no hay nada que celebrar.
La otra afirmación presidencial es que él autorizó la
discusión de la convención colectiva y, eso, en teoría, es bueno.
En rigor, desde el 2008, en Sidor, no se discute y aprueba, legalmente, una
convención colectiva.
Desde el 2008, hasta hoy, en cuanto a lo dejado de percibir
por convención colectiva, en beneficio de los trabajadores se ha acumulado una
gigantesca acreencia o pasivos laborales.
La actual directiva de SUTISS tiene vencido su periodo
desde hace varios años y, por eso, de acuerdo al artículo 402, de la LOTTT, ésta no puede discutir la futura convención
colectiva y sus gigantescos pasivos laborales.
Pues, recuérdese
que “ Los y las integrantes de la junta directiva de las organizaciones
sindicales cuyo período haya vencido de
conformidad con esta Ley y en sus estatutos, no podrán realizar, celebrar o
representar a la organización sindical en actos jurídicos que excedan la simple
administración, por tal razón, no podrán presentar, tramitar, ni acordar convenciones colectivas
de trabajo, pliegos de peticiones con carácter conciliatorio o conflictivo ni
actas convenio”.
José Luis
Hernández, y todos los directivos del SUTISS, están, por mandato legal,
inhabilitados para discutir la convención colectiva.
Previo a
esas discusiones, debe convocarse a elecciones.
Es lo que
dice la ley.
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