Los pasajeros que iban con ruta Alta Vista-Castillito fueron desviados por los maleantes hacia San Félix, en donde una comisión de la Policía logró frustrar el atraco. |
“Yo pensaba que ayer era mi último día, y justo el día de mi cumpleaños… Uno piensa de todo en ese momento, y ahora le tengo más miedo al transporte”.
Patrick Guban, un joven profesor de piano, se montó en un autobús en la conocida como parada de Grafiti, ahora Feria de Hortalizas de Alta Vista, el lunes 13 de febrero. Pasadas las 6:00 de la tarde, era de las pocas unidades que circulaban con destino a Castillito, donde reside.
El trayecto cambió cuando bajaban la avenida Las Américas. Tres hombres amenazaron a todos: era un atraco. Patrick ya había sido robado dos veces usando transporte público, por lo que sin reparo dice que “pensaba que era un atraco normal. Estaba esperando que nos iban a quitar las cosas y tal… pero, cuando íbamos por la Torre Loreto, desviaron la ruta y cruzaron” para tomar la vía Colombia.
Pánico. Todos los pasajeros, unos 25, calcula Patrick, se agacharon en sus propios asientos por orden de uno de los atracadores, el que tenía una pistola. El otro portaba un cuchillo y un tercero solo miraba.
“Ya me habían robado antes, pero de esa forma tipo secuestro no (…). No podía levantar mucho la cabeza, pero vi que un señor se iba a lanzar por la puerta del autobús, del miedo que tenía. Si no es por un muchacho, ese señor se lanza”, atestiguó Patrick, relatando los primeros minutos del atraco del lunes, en el que comenzaron pidiendo los celulares y otros objetos a los pasajeros para meterlos en una bolsa.
La ciudad de por sí tiene un transporte de mala calidad. Después de las 6:00 de la tarde es horrible, no sabes cómo llegar a tu casa y, bueno, ayer (lunes) me tocó a mí vivir esto”. |
Intervención policial
Ciudad Guayana cerró 2016 con 727 asesinatos según cifras de Correo del Caroní, número que superó las muertes violentas ocurridas el año anterior (547 personas) y que la ubicó como la cuarta urbe más violenta de Venezuela y la undécima en todo el mundo.
Los atracos a los autobuses no son nuevos. En junio de 2015 los transportistas de Puerto Ordaz protestaron por lo frecuente de los secuestros a sus unidades, pero esto no significó soluciones. Más bien, la inseguridad se palpa con sucesos drásticos como el del pasado 23 de septiembre del 2016, cuando una pasajera saltó de un bus en movimiento, con ruta Alta Vista-Sierra Parima, y que era secuestrado con rumbo a Cambalache. La afectada prefirió saltar antes que ser robada.
Lo que vivió Patrick trascendió a lo reportado hasta el momento: “no sé cuándo fue, pero justamente pasamos una camioneta de la Policía, y un señor empezó a gritar ayúdenme para que el policía escuchara”.
Eran oficiales de la Policía del estado Bolívar (PEB), adscritos al Centro de Coordinación Policial Cachamay, que hacían patrullaje de rutina, como indicó un oficial de esta comisaría. Les avistaron a la altura de la redoma de Chilemex.
El parte oficial del suceso reporta que los uniformados vieron al autobús “que iba a alta velocidad y con las luces apagadas”, por lo que llamó la atención de la patrulla. En eso se percataron del cambio de luces que hizo el chofer que iba secuestrado, y hacia las 7:00 de la noche comenzó la persecución.
Ya me habían robado antes, pero de esa forma tipo secuestro no (…) No podía levantar mucho la cabeza, pero vi que un señor se iba a lanzar por la puerta del autobús, del miedo que tenía. Si no es por un muchacho, ese señor se lanza”. |
Capturados
Los malhechores tenían controlado al conductor, al que le ordenaron cruzar hacia la avenida Guayana. “Métele chola, métele chola, le decían los malandros. Yo estaba muy asustado porque íbamos hacia el puente (Caroní) muy rápido y ya por ahí se cayó una camioneta una vez”, recordó Patrick, mencionando los detalles del siniestro.
“Las mujeres llorando, el malandro del cuchillo metía en una bolsa los celulares… eso era puro trauma… a mí no llegaron, porque empezó la persecución y se pusieron nerviosos”.
Se sumaron más policías al recorrido, en motos y patrullas, según coinciden el testimonio de Patrick y la minuta de la PEB.
A la altura del Autolavado La Ballena, antes de llegar al Hospital Dr. Raúl Leoni, los oficiales lograron interceptar el autobús. “La gente señaló a los malandros y los policías los bajaron, pero la gente les dio golpes también”, afirmó Patrick.
Fueron tres detenidos: un joven de 18 años y dos adolescentes de 16. El mayor de todos fue identificado como Aníbal José Perdomo Rodríguez, y los muchachos como Carlos Eduardo Ramos Hidalgo y Yoneiker de Jesús Smith Ugueto. Se les incautaron dos cuchillos y un facsímil de arma de fuego… es decir, la pistola que tenía atemorizados a todos los pasajeros y al chofer era de juguete.
“La gente le decía al chofer que no tuviera miedo, que se parara, que estaba la Policía, pero el señor nunca pudo pararse. Sinceramente te puedo decir que ayer fue un éxito, porque uno nunca se imagina que los policías van a hacer algo así”, consideró Patrick.
No robaron a ningún pasajero. Nadie salió herido, a excepción del señor que quería lanzarse del bus al inicio del atraco, quien se bajó de la unidad temblando. Todos fueron trasladados al CCP Cachamay, donde rindieron declaraciones y les fueron devueltos los teléfonos celulares y otras pertenencias que habían sido robadas.
Los adolescentes quedaron a la orden de la Fiscalía Novena del estado Bolívar, dedicada a los delitos de menores de edad. Todos serán acusados de robos.
Desde la PEB indicaron no tener un plan especial para vigilar robos a las unidades de transporte, “es un procedimiento en flagrancia, que se encontró en labores de patrullaje de rutina”, dijo el oficial consultado sobre la minuta del suceso, sumando que la zona donde más se dan robos a unidades es después del puente Caroní, sentido San Félix.
Fue cuestión de suerte. Para Patrick será traumático volver a tomar un bus en esa parada, que es la que más frecuenta. “La ciudad de por sí tiene un transporte de mala calidad. Después de las 6:00 de la tarde es horrible, no sabes cómo llegar a tu casa y, bueno, ayer (lunes) me tocó a mí vivir esto”.
Al caer la noche son cada vez menos las unidades de transporte circulando, precisamente por el miedo a los robos. Las que lo hacen están expuestas a todo. El 13 de febrero, afortunadamente, la PEB pudo frustrar el atraco y Patrick pudo regresar a casa a celebrar su cumpleaños.
CDC.-
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