Foto en vida del PEB asesinado por sus compañeros |
El cuerpo de David De Silva (36) fue localizado enterrado en Cambalache. Allí lo sepultaron tres compañeros de trabajo el pasado 7 de marzo de este año.
¿Los motivos? Aun no se conocen pero el trabajo de los funcionarios del Cicpc logró resolver la desaparición de quien fuera policía del estado Bolívar y escolta de la familia del ciudadano gobernador, Francisco Rangel Gómez.
Sus tres compañeros, por razones que no se conocen aun, lo mataron y lo enterraron. Así lo confesaron Adrián José Vera Velásquez (25); Aníbal Rafael Córdoba Lara (35) y Andrés Eloy Blanco Farfán (23).
Los tres fueron detenidos en el edificio 303 donde prestaban sus servicios de escoltas pues allí los hijos del gobernador tienen algunas propiedades, comerciales y residenciales.
El efectivo de la Policía del estado Bolívar (PEB) era buscado desde el 7 de marzo, cuando salió desde Ciudad Bolívar con rumbo a su lugar de trabajo en Puerto Ordaz. Las pesquisas preliminares revelan que a De Silva lo ultimaron ese día.
Aunque el escolta -adscrito a la Gobernación del estado Bolívar- cumplió varias horas con sus labores, a las 9:00 de la noche recibió una llamada y sus compañeros lo llevaron hasta la Terminal de Pasajeros. De allí no se supo más de él.
Su desaparición fue reportada ante el Cicpc por sus familiares pues nunca llegó a Ciudad Bolívar.
Las pesquisas comenzaron a investigar desde que se formuló la denuncia y, desde ese momento, los sabuesos buscaban a los implicados.
Eran las 8:00 de la noche de este miércoles 29, cuando una comisión del Eje de Investigaciones de Homicidios llegó hasta el edificio 303, en Alta Vista. Allí ubicaron a los sospechosos.
A Adrián José Vera Velásquez, Aníbal Rafael Córdoba Lara, y Andrés Eloy Blanco Farfán, de 23, no les quedó otra opción que confesar el macabro crimen.
Los expertos intuían que a De Silva lo asesinaron sus propios colegas y fue así como los detenidos, todos funcionarios activos de la Policía del estado Bolívar (PEB), confirmaron las sospechas.
El trío de guardaespaldas, luego de admitir la culpabilidad, llevó a los agentes hasta la zona enmontada. Allí los investigadores encontraron el cuerpo de la víctima sepultado y bastante descompuesto.
Por determinar
Por la forma en cómo transcurrieron los hechos, a los detectives no les queda la menor duda de que el homicidio ya había sido planificado.
Por ahora buscan determinar las causas que motivaron la ejecución de De Silva y no descartan la participación de otros funcionarios.
LT.-
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