Catar ordenó el sábado que todas las tiendas retiren de la venta las mercancías procedentes del grupo de países que el año pasado iniciaron un boicot contra Doha siguiendo los pasos de Arabia Saudita.
La directiva del ministerio de Economía afecta a todos los productos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto.
Se enviará inspectores a los comercios para controlar que se cumple con la medida, según el ministerio.
El gobierno catarí también desea poner fin a la importación de productos lácteos saudíes a través de terceros países. Se trata de "proteger la seguridad de los consumidores", destacaron los servicios de comunicación del gobierno.
"Catar lleva a cabo su política comercial conforme a todos sus acuerdos multilaterales y bilaterales", añadió la misma fuente.
La orden llegó días antes del aniversario de la grave crisis diplomática que opone a Catar con Arabia Saudita y sus aliados.
El 5 de junio de 2017, Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Catar.
Acusaban a Doha de apoyar a grupos islamistas radicales y de no distanciarse lo bastante de Irán, potencia regional chiita rival de Arabia Saudita, sunita.
Esos países impusieron un boicot comercial a Catar, que rechaza todas las acusaciones y afirma que con el boicot solo se busca obtener un cambio de régimen en Doha.
El conflicto llevó a Catar, que hasta entonces dependía de sus vecinos del Golfo, a importar sus productos alimentarios de otros países, como Turquía, Marruecos e Irán.
Gran parte de esas mercancías llegan a Catar a través de puertos como los de Kuwait u Omán.
Es también por esos puertos, y por mediación de particulares, que los productos de países boicoteados logran entrar en Catar, según una fuente conocedora del caso.
"Los empresarios de los países boicoteados intentan esquivar ese bloqueo [...] pasando por terceros países", según esa fuente. AFP / RA
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