Francisco Cardiel, secretario general de Proyecto Guayana en el estado Bolívar, denunció como un ecocidio lo que está ocurriendo en los principales ríos del estado Bolívar, afluentes del Caroní y el Orinoco, por la explotación indiscriminada y la contaminación ambiental por la minería salvaje que acaba con todo.
Como ex diputado dijo que la comisión de minas del Consejo legislativo del estado Bolívar, presentó su informe final después de cuatro años de trabajo, y que después de recorrer todo el estado Bolívar, y los poblados como Okanarú, Faiska, El Polaco, Maurack, Betania, Los Caribes, todos dentro del llamado Arco Minero, el le cambiaría el nombre por el Arco de la Muerte.
“ Río Grande, Imataca, y parte del estado Delta Amacuro, incluyendo el famosos Salto del Mono, no me queda mas que informar que se formó otra Franja de Gaza, donde hay muchas muertes y desaparecidos por los distintos grupo irregulares que allí hacen presencia”, denunció Cardiel.
Todo esto es producto de la implementación de una minería sin control y protección del ambiente, formando pueblos sin ley, degradando la vida, destruyendo el ecosistema, y afectando a las poblaciones indígenas que hoy día no cuentan con la mas mínima protección por parte del gobierno nacional, y donde actúan cuerpos irregulares como las FARC, pranes, y cualquier tipo de delincuente, agregó.
El destructor de Guayana
En relación a las empresas básicas, Cardiel dijo que su informe destaca que hasta el año 2006, entregaron al régimen militar en Guayana una empresa como Edelca, hoy Corpoelec, que producía para el país el 71 por ciento de energía eléctrica, el 100 por ciento del aluminio primario al año, plantaciones forestales con 502.000 hectáreas de pino Caribe, Eucaliptos y caucho, el cien por ciento de la producción de hierro con una capacidad de 25 millones de toneladas al año.
Señala que hoy día solo queda es un cementerio de empresas quebradas o paralizadas en su mayoría, otro cementerio de pequeñas y medianas industrias que dependían de estas, y las empresas principales como Alcasa, Venalum, Bauxilum, Cabelum, Alucasa, Monaca y Edelca, incluyendo a Sidor, Ferrocasa, y todas las briqueteras, son cascarones vaciós, improductivos, que pagan las nóminas de las empresas, con dinero virtual, porque el efectivo lo acaparan unos pocos.
En resumen, el ex presidente de la comisión de minas del CLEB, concluyó que si por el estado Bolívar pasó el constructor de Guayana, Rángel Gómez queda bautizado como el destructor de Guayana, y que el ilegítimo gobernador Justo Noguera, va por el mismo camino de terminar de destruir lo que queda de las empresas, y de toda Guayana, porque los considera unos sujetos insaciables. Prensa Proyecto Guayana
De Política
Comentarios: