Allen comenzó a dudar de Dios desde la adolescencia y más tarde estuvo inmerso en las drogas y el alcoholismo, incluso fue arrestado y condenado por posesión de sustancias prohibidas en 1978.
Después de completar su sentencia de dos años de prisión, Allen fue liberado y decidió entrar en la comedia, lo que él dice, salvó su vida. "Poco después de eso, recibí una llamada de Jeffrey Katzenberg, de Walt Disney Studios, diciendo que me querían para formar parte de la familia Disney, lo que me pareció muy irónico".
Pasó a actuar en varias series de televisión y películas como The Last Man Standing, trilogía The Santa Clause, Wild Dogs y la trilogía Toy Story (él era la voz de Buzz Lightyear). Él estaba teniendo éxito en el mundo, pero todavía luchaba contra problemas.
"Por años, simplemente no me gustó la idea de Dios, iglesia, aunque lo frecuentaba de vez en cuando, pero tengo que decir que era un cínico. Pero, por más que tuviera dudas, no podía negar la increíble creación de Dios. Ciertamente, quien me creó no lo hizo por accidente. "Eso no sucedió por casualidad", dijo.
Allen comenzó a abrir su corazón a Dios poco a poco, al ver que era guiado a lo largo de sus luchas. "Decidí entregar mi vida a Jesucristo. Siempre le pregunto: "¿Qué quieres que haga?". Pero usted necesita estar preparado para la respuesta", resaltó.
El actor recibió críticas debido a su posición inquebrantable de su fe. En un episodio de la comedia Last Man Standing (en que la estrella es Mike Baxter), Allen encontró una oportunidad para incorporar a Jesucristo en el guión. El genio ateo de Baxter, "Ryan", está molesto porque el compañero de trabajo de Baxter "Kyle" mencionó a Jesús a su hijo, lo que le llevó a confesar un robo.
"Quiero que Boyd diga la verdad porque es lo correcto, porque él piensa que va a ser castigado por un Dios enojado", dice Ryan en el episodio. "Nunca dije eso", responde Kyle. "Boyd tenía miedo de que, si te dijera lo que hizo, ya no lo amaría más. Así que dije que eras como mi amigo Jesús, e incluso si hago algo malo, siempre y cuando sea honesto, todavía me ama".
Con más de una década de sobriedad en su currículum, Allen es capaz de disfrutar la vida con su esposa, la actriz Jane Hajduk, y dos hijas, demostrando que "ningún hombre está demasiado perdido".
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