El dirigente nacional de Voluntad Popular, Yon Goicoechea, en compañía del también dirigente de la tolda naranja y presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, diputado Francisco Sucre, denunció la ilegitimidad y la inconstitucionalidad del nuevo préstamo de China a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) anunciado por el régimen de Nicolás Maduro.
“El ministro de Economía y Finanzas Simón Zerpa anunció que China prestará 5.000 millones de dólares a Venezuela, de los cuales 250 millones serán entregados al Ejecutivo y los 4.750 millones restantes serán, supuestamente, para el aumento de la producción petrolera, presumimos que a criterio del Gobierno chino. Esto significa que China decidiría dónde y cómo va a invertir para aumentar esta producción y así garantizar un nivel que le permita a Venezuela pagar la deuda que tiene con su país”.
En el marco del proyecto Venezuela Energética, iniciativa impulsada por el líder opositor y preso de conciencia, Leopoldo López, Goicoechea señaló que en esta oportunidad se trata de un contrato de interés público nacional, por lo que el préstamo debe ser aprobado por la Asamblea Nacional, de acuerdo a los artículos 187 y 150 de la Carta Magna, y a la Ley Orgánica de Administración Financiera y Sector Público.
“Estamos ante un contrato en el cual una potencia pone el dinero en una actividad productiva de su preferencia. China otorga el préstamo, decide en qué lo invierte, dirige el proyecto y va a cobrar el beneficio que este produzca. ¿Cómo se llama eso? En la práctica es una concesión petrolera, pero no un préstamo. Es abiertamente inconstitucional esta modalidad. Estas normas estipulan que los contratos de interés público nacional, máximo tratándose de una suma tan cuantiosa, deben ser sometidos a la aprobación de la Asamblea, lo cual en este caso no se ha cumplido. En consecuencia, la nulidad de esta operación podrá ser decretada en el futuro y representa un riesgo alto para el prestamista".
Alertó a China sobre las posibles consecuencias de hacer negocios con la dictadura a espaldas de los millones de venezolanos que padecen del hambre y la miseria impuestas por Maduro. “Un país potencia como China no puede ser miope ante el sufrimiento de un pueblo. Por estarles dando cinco mil millones de dólares, se están perdiendo la oportunidad de hacer negocios en una Venezuela democrática, en la que nos podemos beneficiar ambos países. Si concluyéramos que esto es una concesión encubierta, es peor aún, porque se están repartiendo los recursos de Venezuela sin licitación pública. Aquí habría una vulneración de los derechos económicos del país y sobre todo afecta los derechos económicos de los venezolanos a futuro, porque la deuda venezolana es insostenible para seguir endeudándonos de la peor manera”.
Para el diputado Francisco Sucre, es inadmisible que la industria petrolera venezolana, posicionada como la número dos del mundo en el año 1998, hoy esté produciendo 1 millón 300 mil barriles diarios (con una disminución del 60% en 20 años) y su deuda haya aumentado exponencialmente en 1.600%.
“La deuda de PDVSA que en 1998 estaba en 5.000 millones, está ahora en los 90 mil millones de dólares. La industria petrolera venezolana, manejada por el chavismo, es la única del mundo que aumenta su endeudamiento para bajar la producción. Para aumentar la producción a 3.5 millones de barriles que teníamos en 1998, requeriría actualmente una inversión de más 100 mil millones de dólares y no estos escuálidos 5.000 millones de dólares. Estamos tan mal que con el costo en Venezuela de una lata de atún, que es de 5 millones 200 mil bolívares, tú puedes comprar más de 1 millón de litros de gasolina”.
Además, consideró que el llamado préstamo que hace China a Venezuela solo compromete la salud financiera del país y añadió que de los 150 taladros que tenía Venezuela hace 20 años, quedan activos apenas 28. “Esto hace imperante la necesidad de una reforma energética integral porque nosotros tenemos unas reservas de petróleo importantes, que requieren de una gran inversión para monetizarlas y transformar eso en el apalancamiento para diversificar nuestra economía”.
Francisco Sucre y Yon Goicoechea coincidieron en que ni el Ministerio de Energía ni la presidencia de PDVSA pueden ser ocupados por la misma persona, porque al titular del Gabinete de Energía le corresponde diseñar la política petrolera, y al presidente de la estatal petrolera, dirigir el negocio. Entretanto, la Agencia Venezolana de Hidrocarburos sería la que implemente la política petrolera y fiscalice la industria. NP/VP
EA
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