¿Te imaginas dejar de consumir alrededor de 500 calorías a diario sin apenas darte cuenta? Son las que te separan de tu peso ideal o te hacen vivir en permanente pelea con la báscula.
Sigue estos consejos de la doctora Paula Rosso, especialista en nutrición y medicina estética, para lograrlo:
Versión integral
Apuesta por los carbohidratos integrales: pasta, pan y arroz… la diferencia calórica no es demasiado significativa, pero comerás menos cantidad porque sacian más y su proceso digestivo es más lento.
La merienda “0”
Sáltate el modo de preparación recomendado en el envase. Mezcla gelatina dietética, que tiene solo 12 calorías por sobre (después de añadir el vaso de agua caliente) con un yogurt desnatado. Puedes añadir frutas cortadas. Total de calorías: menos de 100, con todo el aporte de proteínas de la gelatina y las vitaminas de las frutas.
Va de retro procesados
Y no solo por su elevado aporte calórico. Los alimentos procesados o refinados hacen que el organismo se acidifique provocando cansancio, infecciones, malestar estomacal…
Mejor en crudo
Cada cucharada de aceite tiene 108 calorías. ¿Utilizas solo una al cocinar? Súmate a la tendencia raw. Además del ahorro calórico, los alimentos crudos son más difíciles de digerir y hacen trabajar extra al aparato digestivo.
¿Refrescos y alcohol? Que sea sin
¿Ya has probado los tintos de verano 0 calorías y 0 alcohol? La cerveza sin también tiene menos de la mitad de calorías que la convencional. Cero es también el aporte calórico de los refrescos 0, pero si el problema son los gases y la hinchazón, opta por bebidas sin burbujas en su versión light.
Light, con reservas
Por definición, un producto light es aquel que contiene como mínimo un 30% menos de calorías que su versión “normal”. Sin embargo, pueden contener azúcares y añadidos nada saludables. Además, se corre el riesgo de comer más cantidad de ellos creyéndonos a salvo de engordar.
El pan, solo a primera hora
La mañana es el mejor momento para poder incorporar hidratos como el pan que nos aportan energía durante un tiempo prolongado, pero es fundamental eliminarlo en cualquier otro momento del día. Prescindir de él en la comida y en la cena nos permite ahorrar hasta 300 calorías.
Frutas a evitar
Las hay. Evita las que tengan mayor aporte de azúcar (uva, plátano, papaya, mango…). Salvo que se haga ejercicio por la tarde (se puede comer una fruta antes) es mejor reservar las frutas a las primeras horas del día. ¿Las menos calóricas? Pera, mandarina, fresa, melón, sandía, manzana y kiwi.
La cantidad justa
Come en plato de postre, no lleves la fuente a la mesa e intenta cocinar para que no sobre nada. ¿Cuántas veces repites simplemente porque ha sobrado? Las raciones mini –que son más que suficientes, sobre todo durante la cena- te permiten consumir hasta un 30% menos de calorías de cada plato.
Adelántate a la situación
Si tomas algo fuera de casa, suplica al camarero que no te traiga patatas con la bebida. Una vez las veas en la mesa te será más difícil pedir que se las lleven. Haz lo mismo si vas a un restaurante. Pide expresamente que el filete venga solo o con verduras. El “no voy a comer pan” también funciona. Una vez las veas en la mesa te será más difícil dar el cambiazo.
Fuente: Nosotras
RA
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