El enamoramiento. Las mariposas. Esas ganas irrefrenables de que pasen las horas cuando no estás con la persona que te gusta. Y esas ganas de que no pasen cuando están juntos.

El enamoramiento es muy bonito, muy dulce pero dura poco. Y debe ser así. No podríamos llevar una vida normal y ordenada si estuviésemos con el enamoramiento en puntos altísimos como al principio. Por eso, si estás empezando en tu vida en pareja y de pronto ves que la situación se ha estabilizado hasta tal punto que ya no hay enamoramiento, sino verdadero amor, no sufras.
¡Estás en lo mejor! Y lo mejor es gestionarlo con cabeza.
• El enamoramiento es sólo una etapa. Lo mejor es que sea así, de verdad. Si todos los días de tu vida tuvieses ese vuelco al corazón y ese dolor de estómago de pensar si ‘me quiere, no me quiere’, si va a durar o no… Esto sería inviable y no sería vida. Nada mejor que saber que una persona sí quiere estar contigo, sin dudas.
• Este es el principio de su vida juntos. El problema puede llegar cuando tú no has terminado con el enamoramiento y tu pareja sí. Vale, ya no está ‘on fire’ a tope, ni te dice esas cosas llenas de intensidad que parece que va a acabarse el mundo. Pero piensa que a ti también se te pasará, ¡y eso no es ningún problema! Porque es el principio de una vida común. Claro que habrá momentos cargados de amor, de pasión y de intensidad. Pero puedes seguir haciendo una vida completamente normal, con el resto de asuntos que ya había en tu vida antes de tener pareja.
• La vida tiene mucho más. El enamoramiento se ha acabado, pero la vida sigue. Siguen juntos, se quieren, iran consiguiendo cosas juntos y todo será maravilloso.
Fuente: Nosotras
RA
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