El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) documentó 2.163 protestas en julio de 2018, un promedio de 72 protestas diarias, más del doble de los casos registrados durante el primer semestre de 2018, cuyo promedio diario fue de 30. Julio ha sido el mes con mayor índice de protestas, 96% de las protestas por derechos sociales y 1.233 protestas en el sector salud.
En comparación con el mismo mes del año pasado, cuando se documentaron 3.053 manifestaciones, esta cifra representa una disminución de 29%.
La exigencia de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca) marcó el 96% de las protestas documentadas en julio de 2018.
En 323 protestas se exigieron distintos derechos simultáneamente, lo que se denomina protestas combinadas. En términos porcentuales esta modalidad representó el 15% del total registrado en julio.
Las protestas se caracterizaron mayoritariamente por derechos sociales
- Casi la totalidad de las protestas fue para exigir derechos sociales.
- Exigencias laborales en los sectores salud, universitario, eléctrico y telecomunicaciones.
- Rechazo al colapso de los servicios básicos, agua potable, electricidad y gas doméstico.
- Exigencias de acceso a alimentos y medicinas.
- Paros, cierres de calle y concentraciones como las principales modalidades de protesta.
5 estados con más protestas
Los reclamos de trabajadores, profesores, vecinos e indígenas se hicieron sentir en todo el país. Distrito Capital, Bolívar, Miranda, Anzoátegui y Lara fueron las entidades con mayores índices de protestas.
5 derechos más exigidos en julio 2018
La protesta laboral como bandera de lucha intergremial
Gremios profesionales y obreros de distintos sectores (educación, eléctrico, telecomunicaciones, entre otros) se unieron al pliego conflictivo que emprendieron las enfermeras y médicos para exigir mejores beneficios salariales, ante la imposibilidad actual de cubrir sus condiciones mínimas de supervivencia.
Reclaman al Estado venezolano dar cumplimiento al artículo 91 de la Constitución, que establece que todo trabajador tiene derecho a un salario que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales.
El sector salud lideró las protestas laborales con 1.192 manifestaciones de calle en todo el país. Le siguieron los trabajadores del sector estudiantil (268 protestas), distintos gremios (207 protestas) y transportistas (33 protestas).
Clasificación de las protestas laborales por sector
Sector salud en crisis
A las 1.192 protestas que realizaron los trabajadores del sector salud, se suman 41 manifestaciones que protagonizaron pacientes, enfermos crónicos y familiares. Esto representa una cifra inédita en el sector salud de 1.233 protestas.
Desde las calles o salas de hospitales y ambulatorios, los venezolanos reclaman un sistema de salud humanista que defienda y garantice el derecho a la vida.
Las fallas en el suministro de agua, cortes continuos del servicio eléctrico e irregularidades en la distribución del gas doméstico afectan la vida cotidiana de las familias y el desenvolvimiento de las actividades económicas, educativas, servicios de salud y recreación.
La crisis de servicios básicos afecta tanto a las grandes ciudades como a zonas rurales.
Crisis del transporte público
Al cierre de julio, se documentaron al menos 33 protestas de transportistas.
Los altos costos de los repuestos e insumos que afectan al sector han provocado la paralización de gran parte del parque automotor del país y, por ende, han perjudicado el traslado cotidiano de la ciudadanía y la operatividad del sector productivo.
Protestas de los jubilados
Nuevamente, los jubilados y pensionados, y un gran número de adultos mayores, se vieron en la necesidad de salir a la calles a protestar. En julio, realizaron al menos 81 protestas para exigir frente a las sedes de las entidades financieras el pago completo y en efectivo del dinero que les corresponde por ley.
Es costumbre que las personas de tercera edad utilizan la pensión para la compra de alimentos y medicinas, pero lo que perciben es insuficiente ante la crisis hiperinflacionaria que atraviesa el país.
Persisten las protestas por alimentos
Se mantienen las protestas por alimentos. De las 2.163 protestas registradas en julio, 56 estuvieron relacionadas a la crisis alimentaria. Un promedio de dos protestas diarias.
El gobierno ha mantenido su política de vender alimentos por medio de los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), sin lograr solventar la inseguridad alimentaria que atraviesa Venezuela, aunque si le ha permitido expandir el control social sobre los sectores más vulnerables de la población.
En julio, se registraron protestas en diversas localidades del país por demoras en la venta y entrega de las cajas Clap, que son pagadas a previamente por los vecinos, y en otros casos porque la dotación era insuficiente.
La carestía de los productos y el incremento de los precios de los alimentos se evidencian en los anaqueles de tiendas y supermercados. El constante aumento de los artículos, en la mayoría de los casos, supera el salario mínimo mensual de los venezolanos.
Las protestas por alimentos siguen radicalizándose, el OVCS registró al menos 25 saqueos o intentos de saqueo en julio.
Protestas por derechos civiles y políticos
Las protestas para exigir derechos civiles y políticos (DCP) se han reducido considerablemente este año, alcanzando el 4% del total general durante el mes de julio.
A diferencia del mes de julio de año 2017, cuando las movilizaciones estaban vinculadas a la exigencia de derechos políticos, actualmente las acciones de protestas están orientadas hacia la demanda de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca).
Sistema de represión como respuesta a las protestas sociales
En los primeros siete meses de 2018 fueron asesinadas 14 personas en el contexto de manifestaciones. Todos los casos ocurrieron durante protestas para exigir Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA).
13 personas fueron asesinadas por heridas de arma de fuego y una de las víctimas con un objeto contundente.
Dentro de las víctimas se encuentran dos mujeres y cuatro menores de edad.
Se acelera el colapso del país
Los resultados de julio ratifican una vez más como el carácter social de las protestas ha tomado la lucha de los venezolanos este año, ante la deteriorada calidad de vida.
La afectación de los servicios públicos, la pérdida de la calidad del empleo y la escasez o carestía de los alimentos son la consecuencia directa de una agenda gubernamental que ha estado anclada en el interés político y no en el interés de los ciudadanos.
Desde el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, consideramos importante que las autoridades den lectura a lo que está ocurriendo en los sectores urbanos y rurales, y se dediquen a dar una solución inmediata a los problemas.
Las protestas del sector salud se han convertido en una situación que tiende a agravarse y los mecanismos de respuestas siguen ausentes. Este escenario se repite con otros gremios, como el de educación superior, industrial, transporte y servicios básicos.
Por otra parte, el aumento de la migración de los trabajadores venezolanos hacia otros países incide profundamente en la mayoría de los sectores productivos del país.
Alertamos que, de persistir la ausencia de políticas públicas, Venezuela avanza hacia un empobrecimiento masivo de la población y en la salida desesperada de familias del país en busca de atención humanitaria.
Esta investigación emplea como insumo principal el seguimiento de situación a través de medios de información de alcance nacional y regional. También fuentes de organismos oficiales y organizaciones no gubernamentales (ong). NP/OVCS
EA
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