El presidente de Banesco y máximo accionista de la española Abanca, Juan Carlos Escotet, reiteró hoy que su banco en Venezuela no está en venta, tras conocerse de la prórroga de su intervención por 90 días por parte del Gobierno de Nicolás Maduro e insistió en que quiere dialogar con el Ejecutivo.
"No hemos recibido ofertas ni las queremos escuchar, este banco, lo he dicho en anteriores oportunidades para los accionistas, y me permito hablar como principal accionista, este banco es el fruto de, nada más y nada menos, que 35 años de trabajo y no queremos venderlo", dijo Escotet en una rueda de prensa en Caracas.
Indicó que Banesco es "como un hijo" para sus accionistas y que "los hijos no se venden", por lo que señaló que no cederá "aun teniendo la mejor oferta del mundo".
"Y yo espero que tampoco pretendan quitármelo", agregó al tiempo que recordó que "oficialmente" le han asegurado que "eso no está entre los objetivos del Gobierno", lo que "ojalá sea cierto".
Escotet cuenta que en estos primeros 90 días de intervención -tiempo en el que fueron detenidos 11 de los más importantes ejecutivos por tres semanas- no ha logrado reunirse con representantes del alto gobierno, lo que, dice, ha solicitado en reiteradas ocasiones para "poder establecer un diálogo".
"Nuestra postura siempre es una postura dialogante, una postura de dar la cara, de entender cuáles son las motivaciones que puedan haber habido para tomar semejantes y desproporcionadas decisiones y con ello tratar de lograr aclarar todo lo que sea técnicamente o políticamente correcto y tratar de resolver este problema", dijo.
El banquero se manifiesta convencido de que si hubiera podido conversar con el alto Gobierno de Maduro sobre los señalamientos que llevaron a la intervención del banco, "lo más probable es que no se hubiese producido la renovación de la intervención" que se inició el lunes pasado.
"Vamos a seguir adelante a pesar de la renovación de la intervención", insistió, pese a señalar que esta prórroga "pone el contador a cero y ahora viene otra vez un proceso larguísimo de requerimientos".
En la práctica, informó, la intervención en su primera fase causó "solamente en los cuatro primeros días" la pérdida del 21 % de sus depósitos totales, aunque fue una contingencia atendida satisfactoriamente por los excedentes de liquidez del banco.
"Lo sorprendente es que nosotros no tuvimos que recurrir a ningún mecanismo ni ordinario ni extraordinario de asistencia de liquidez, ni tuvimos que recurrir al mercado interbancario, ni tuvimos que ir al Banco Central de Venezuela a pedir auxilio financiero", aseguró.
Apuntó que, sin embargo, se produjo una pérdida de cuotas "de mercado en captaciones así como en cartera de créditos".
También informó que no se han producido "retiros nerviosos" de dinero, pero aclaró que toda esta estabilidad lograda pese a la intervención se ha logrado a costa de "un desgaste de nuestro capital humano brutal".
Esta intervención -comentó- ha causado un éxodo importante del personal que trabaja en Banesco, una "fuga de talento" que se traduce en 46 personas a la semana en promedio desde que el Gobierno de Maduro anunció las acciones sobre el banco.
"Durante el proceso de intervención hemos perdido más de 600 personas, de nuestro principal talento", apuntó y agregó que "nadie quiere venir a trabajar a un banco que está intervenido".
Escotet dice que no sabe a qué se debe esta nueva prórroga de 90 días de intervención y que a su juicio solo puede haber "explicaciones políticas" a las que tampoco encuentra justificación.EFE
EA
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