El Ejército de Brasil retiró de las calles en los últimos cinco días a unos 500 venezolanos que vivían en improvisados campamentos en la ciudad de Boa Vista, la capital del estado fronterizo de Roraima, y los condujo a campos destinados a refugiados, informaron hoy fuentes oficiales.
A los cerca de 200 venezolanos retirados de las calles en la madrugada del domingo se sumaron otros 300 transportados hoy en autobuses del Ejército a campamentos construidos por el Gobierno brasileño en Boa Vista, informó a Efe el mayor Tássio de Oliveira, jefe de Comunicación de la llamada Operación Acogida.
"En la medida en que conseguimos reubicar refugiados venezolanos en otras ciudades de Brasil y que se abren cupos en los campos, buscamos a los más vulnerables para acogerlos. La semana pasada conseguimos reubicar a 400, por lo que esta semana le abrimos las puertas a al menos 400", explicó el oficial.
Boa Vista, capital de uno de los estados más pobres de Brasil, se ha convertido en el principal destino de los inmigrantes que ingresan por tierra a Brasil para huir de la crisis económica, política y social en Venezuela.
El portavoz de la Operación montada por el Ejército para atender a estos refugiados explicó que, pese a no contar con cifras actualizadas sobre cuántos venezolanos viven actualmente en las calles de Boa Vista, las autoridades brasileñas cuentan con mapas en los que están identificados los lugares de la ciudad en que se concentran esos inmigrantes.
"Sabemos cuáles son las áreas más sensibles y en donde hay más inmigrantes amontonados en campamentos improvisados. Tenemos un informe sobre cuáles son los más vulnerables, que son los primeros a ser beneficiados en la medida en que se abren cupos en los abrigos", explicó.
De acuerdo con el oficial, el Ejército tenía la expectativa de retirar a 200 refugiados de las calles en la operación realizada este jueves, pero encontró a 244 tan sólo en un campamento en el que se calculaba que estarían 180, y decidió ofrecerles abrigo a todos.
Agregó que la expectativa del Gobierno es poder reubicar semanalmente a unos 400 de los refugiados que están en Boa Vista.
Tan sólo esta semana unos 400 refugiados fueron reubicados en ciudades de Río Grande do Sul, estado del extremo sur de Brasil y fronterizo con Argentina y Uruguay. A los 200 trasladados el miércoles a la ciudad de Canoas en aviones de la Fuerza Aérea se sumaron hoy 190 que desembarcaron en Esteio.
La semana pasada otros 408 fueron conducidos a las ciudades de Manos, Cuiabá, Sao Paulo y Brasilia.
De acuerdo con datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Brasil ha conseguido reubicar desde abril pasado unos 1.900 refugiados venezolanos, que aceptan voluntariamente viajar a otras ciudades, reciben toda la documentación necesaria para vivir en el país y son vacunados y sometidos a exámenes médicos.
En los refugios a los que llegan en otras ciudades los inmigrantes tienen acceso a la salud, educación para los niños, enseñanza de la lengua portuguesa y formación profesional.
Gran parte de los inmigrantes retirados de las calles la última semana vivía en un campamento vecino al lugar en que un venezolano fue linchado el jueves de la semana pasada tras haber sido acusado de haber asesinado a puñaladas a un brasileño.
Los refugiados que viven en las calles de Boa Vista han manifestado temores de sufrir represalias tras el linchamiento.
Esa tensión y el clima de hostilidad llevó a unos 200 venezolanos a regresar a su país entre el sábado y el domingo en autobuses fletados por el gobierno de Venezuela o por organizaciones religiosas.
El linchamiento ocurrió diez días después de que el presidente de Brasil, Michel Temer, anunciara la movilización del Ejército para reforzar la seguridad en la región fronteriza y en Boa Vista, tras una ataque de parte de la población local contra campamentos de inmigrantes venezolanos.
En esas primeras protestas violentas, los vecinos de la localidad de Pacaraima, único paso fronterizo entre Brasil y Venezuela, quemaron tiendas de campaña y objetos personales de algunos inmigrantes, de los que unos 1.200 abandonaron Brasil al día siguiente.
De acuerdo con los datos oficiales, desde 2017 han entrado a Brasil 154.920 venezolanos vía terrestre por la localidad de Pacaraima, pero algo más de la mitad (79.402) ya han abandonado el territorio nacional, de los cuales 54.560 salieron por fronteras terrestres y los otros 24.842 tomaron vuelos internacionales.
EFE/OS
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