Un viejo buque tunecino de carga y otro chipriota, portacontenedores, chocaron este domingo al noroeste de la isla mediterránea francesa de Córcega, provocando una brecha en el casco del segundo de donde se escapó un reguero de líquido, probablemente hidrocarburo.
El domingo hacia las 07H30 (05H30 GMT), un viejo navío tunecino de carga, chocó con el portacontenedores chipriota "CLS Virgina", que estaba anclado a unos 28 km al noroeste del cabo de Córcega.
"El portacontenedores, que estaba vacío, había pedido el anclaje", indicó la prefectura marítima en Toulon (sureste de Francia).
Aunque estaba lejos de la costa, el anclaje pudo realizarse en este lugar, fuera de las aguas territoriales, gracias a un banco de arena que elevó el nivel del fondo del mar a unos cincuenta metros.
Ninguno de los dos barcos informó sobre eventuales heridos.
"Por ahora, los daños significativos debidos a la colisión provocaron una brecha de varios metros en el casco del 'CLS Virgina'. Además se observó un manto [de líquido] alrededor de los dos navíos; todavía debe confirmarse su naturaleza", indicó la prefectur de Toulon.
Por la tarde, la prefectura habló de "reguero" de líquido, que se extendió un centenar de metros y se dirigió mar adentro.
El navío de carga realizaba la ruta hacia Génova, en Italia, a Túnez. "Quizás iba demasiado rápido con respecto a su capacidad de reacción", indicó a la AFP una fuente cercana a la investigación.
Según esta fuente, el líquido que sale no proviene de un cargamento, ya que el portacontenedores estaba vacío, sino probablemente "de una de los depósitos de combustible" del buque chipriota.
El accidente se produjo en buenas condiciones meteorológicas y de navegación.
Los servicios de emergencia evaluarán los riesgos y establecerán una barrera para limitar la extensión del vertido. Además habrá una investigación judicial "para establecer responsabilidades", según una fuente cercana al caso. AFP / RA
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