Dormir en cama de los padres se llama colecho. Algunos expertos en sueño infantil aseguran que es mejor que el bebé se acostumbre a descansar en su cuna desde el principio.
No descartan hacerlo en determinadas circunstancias, como cuando el bebé está enfermo, para que los padres se sientan más tranquilos. Pero, no es buena idea que se convierta en un hábito ya que puede representar problemas y riesgos para la pareja.
Según el psicólogo Alberto Soler, el dormir con los padres es algo genético que nos ha permitido sobrevivir y se pasó en los genes de generación en generación. Nuestro cerebro ha evolucionado en un contexto que la estrategia más efectiva era el dormir todos juntos para protegernos mejor.
El problema ocurre cuando se ve perjudicado alguno de los implicados. Hay personas que prefieren dormir solas con su pareja y que los niños duerman en su propio cuarto.
El colecho es una opción cuando todos los implicados están de acuerdo con esa situación.
El problema ocurre cuando uno de los miembros de la pareja quiere dormir con los hijos y el otro no. En este caso los padres acaban durmiendo separados y eso puede suponer un problema en la pareja.
No se han encontrado efectos nocivos a corto mediano y largo plazo para el desarrollo emocional y psicológico de los niños.
No existe una edad concreta en la que el niño debe empezar a dormir solo, puedo hacerlo cuando esté preparado para ello.
Se debe respetar el ritmo y las necesidades de cada niño.
Otros expertos afirman que es recomendable practicar el colecho, hasta que el niño tenga 5 años de edad. Luego, a medida que van creciendo hacia los 7 u 8 años, los niños comienzan a ser más autónomos en cuanto al sueño y comenzar a prescindir de la compañía de sus padres para dormirse.
Consejos para modificar las rutinas
• Planificar ir a dormir siempre a la misma hora, para generar el hábito.
• En lugar de acostarse en la cama con ellos, lo ideal es sentarse a su lado hasta que se duerma, luego pasar a una silla y alejarte de manera gradual hasta quedar fuera del dormitorio.
• La separación debe ser gradual, se les puede permitir un rato en la cama de sus padres y luego deben irse a su cama.
• Es importante crear confianza, generar la sensación de que el niño está seguro y a salvo, para que puedan hacerlo solos y disfrutar todos de un buen descanso.
Ante cualquier duda o consulta, recomendamos acudir a un médico de confianza o especialista.
Fuente: Nosotras
RA
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