El Plan de Ahorro en Oro anunciado por el Ejecutivo, hace dos meses, es un esquema con poca acogida todavía. Según los especialistas financieros, en un contexto de severa crisis económica, con poca capacidad para inversión y sin la disposición para entregar el mineral en físico, los venezolanos estarían viendo con desconfianza que su compra solo quede respaldada en un certificado digital y con intereses que serían pagados después de un año.
En las últimas horas ha sido el mismo presidente de la República, Nicolás Maduro, quien ha mostrado preocupación, incluso aseguró que algo “ha fallado” con la implementación del programa a través de las cajas de ahorro de las entidades públicas y recomendó a sus equipos buscar estrategias para que los ciudadanos se sientan cómodos con la práctica de la adquisición del oro.
La compra del metal precioso que autorizó el Gobierno se hace a través del Banco Central de Venezuela (BCV) en dos presentaciones, una de 1,5 gramos que equivale a (BsS 3.780) y 2,5 que valen (BsS 6.300). El proceso se realiza de manera electrónica registrándose previamente en el portal del ente las personas naturales, cajas de ahorro, fondos de ahorro y asociaciones de ahorro similares del sector público, registrados en la Superintendencia de las Cajas de Ahorro y fideicomiso de prestaciones sociales en el país.
Sin embargo de las poco más de mil cajas de ahorro que existen, apenas un 2% de instituciones del Estado, solo 23 han invertido en los certificados que se entregan por la compra en oro. Ante la poca aceptación, el Ejecutivo además ha recomendado a los venezolanos a invertir parte de sus aguinaldos en la apuesta del oro para ahorrar frente a la hiperinflación.
En principio la propuesta, explica la economista y profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Sara Levy, “el oro no se utiliza como un incremento de los ahorros sino como respaldo ante volatilidades”. Y en el caso de situaciones como la de los venezolanos con hiperinflación “cualquier activo duro es preferible a mantenerlo en moneda local, porque sabemos cómo se ha deteriorado el valor de la moneda nacional en términos locales e internacionales”.
Para Levy aún no está muy claro cómo será para un futuro el esquema de ahorro que está siendo promovido en la actualidad, “una cosa es el concepto del ahorro en oro que es más un respaldo para volatilidades, no cabe duda que mantiene valor, y otro es el hecho de cómo es ese ahorro que se está ofreciendo, tengo entendido que se usa para hacer canjes de moneda”, sostuvo.
Entre tanto, el analista y director de Econométrica, Henkel García expone en que “no queda claro” de que tan efectivo puede ser el mecanismo de ahorro para protegerse de la inflación y de lo poco que ha variado el precio del oro en términos oficiales, por lo que “hay desconfianza”.
Ve con dificultad el proceso, ya que “no es una buena vía, la gente sigue prefiriendo en esta dinámica ahorrar en dólares, no tiene sentido en ahorrar en este tipo de certificado, no se entrega el oro como tal”. Añade que la incertidumbre es otra razón suficiente para la “pobre acogida que ha tenido el instrumento”, dado que es el mismo emisor del bolívar que se ha devaluado.
Hasta ahora, la entrega física del oro es una de las principales confusiones. A pesar de presentar la constancia física de que si existen unos “lingoticos” de oro, el Ejecutivo y las autoridades económicas han asegurado que se concederá un certificado por un año, mientras que el oro quedará resguardado en las bóvedas del banco emisor y no en las manos del ahorrista.
Se está tratando de convencer a los venezolanos de volver a la ruta del ahorro. Pero “es muy difícil”, comparte una empleada del ministerio de Educación. “Parece atractivo, pero a mí me gustaría ver mi pieza de oro, además el pago del bono de utilidades no alcanzará para cubrir las necesidades básicas, mucho menos para adquirir gramos de oro, la gente necesita seguridad de la compra”, apuntó la maestra de preescolar Adriana Ramírez.
Hay muchas interrogantes frente este debate y los venezolanos que tienen posibilidades de ahorro, que son la minoría y no la mayoría, “prefiere respaldarse en dólares”, insiste García; mientras que el Gobierno buscar romper la resistencia y reitera que juntar oro servirá además “como base solida” para solicitar hasta créditos en el futuro para la posibilidad de comprar casa, vehículo y hasta montar un negocio.
La estrategia de la vicepresidencia Económica se trata de la décima línea del programa de recuperación del país que implementó el Gobierno, busca potenciar la cultura de ahorro en un momento de complejidades económicas y sin la estabilización de los precios. Maduro sigue recalcando que es posible ahorrar a pesar de la crisis hiperinflación, y los ahorristas se mantienen distanciados de la propuesta por ahora.
Fuente: Panorama
EA
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