Donald Trump prevé este sábado anotarse una victoria con la controvertida confirmación de su candidato a la Corte Suprema de Justicia, el juez Brett Kavanaugh, cuando falta justo un mes para unas elecciones legislativas de alto riesgo para el presidente estadounidense.
El Senado, el órgano encargado de ratificar o rechazar las nominaciones de los integrantes del máximo tribunal, cuyos puestos tienen carácter vitalicio, votará después de las 15H30 locales (19H30 GMT) del sábado, al finalizar un proceso de confirmación caótico, marcado por las acusaciones de agresión sexual contra el magistrado de 53 años, cuando era un adolescente.
Salvo sorpresa, los senadores deberían ratificar a Kavanaugh por una estrecha mayoría. Los republicanos votarían en bloque en favor del magistrado y los demócratas lo rechazarían también en bloque, con una excepción en cada campo.
Con esta votación se cerrarán varias semanas de encarnizada lucha política, en medio de acusaciones de abuso sexual contra el magistrado, que apasionaron y dividieron a la sociedad estadounidense.
Esta previsto que el juez preste juramento en los días siguientes, incorporándose a la jurisdicción de mayor rango de Estados Unidos, que verifica la constitucionalidad de las leyes y arbitra en los conflictos más espinosos de la sociedad (derecho al aborto, pena de muerte, matrimonio homosexual, regulación del porte de armas, protección del medio ambiente...).
El desembarco en la Suprema Corte de este ferviente defensor de los valores conservadores colocará a los jueces progresistas en minoría --cuatro de nueve--, probablemente por varias décadas.
"Es un gran día para Estados Unidos", celebró el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en declaraciones a la cadena Fox News, donde felicitó a sus colegas por "haber rechazo ceder a la intensa presión", dijo.
Los demócratas y los defensores de los derechos civiles se movilizaron fuertemente desde la nominación de Kavanaugh en julio para intentar evitar su confirmación, llevando a cabo campañas de propaganda y manifestaciones que apuntaban a cambiar el voto de los senadores republicanos moderados.
"Nada" en el informe
Pese a sus esfuerzos, Kavanaugh parecía tener la vía libre para ser confirmado en el Senado. Hasta que a mediados de septiembre, el testimonio de una mujer que lo acusa de abusos sexuales sembró la duda sobre su probidad y amenazó su candidatura.
La mujer, profesora universitaria, lo acusa de una serie de agresiones que habrían tenido lugar en 1982, durante fiestas entre jóvenes.
Esas afirmaciones cayeron como un balde de agua helada en un país ya muy sensible a los temas de agresiones sexuales tras la catarata de denuncias contra el productor cinematográfico Harvey Weinstein, que dieron nacimiento al movimiento #MeToo.
Durante una audiencia en el Senado seguida a distancia por 20 millones de estadounidenses, Christine Blasey Ford, una docente universitaria de 51 años, dijo estar "100% segura" de haber sido agredida por Kavanaugh cuando ella tenía 15 años y él 17.
El magistrado respondió asegurando su inocencia y se presentó como víctima de una campaña orquestada por la izquierda.
Bajo la presión de legisladores indecisos, el Senado se decidió por encargar una investigación al respecto a la policía federal, el FBI, que en la noche del miércoles comunicó su dictamen.
El informe dejó satisfechos a los republicanos, para los cuales no había "nada" comprometedor sobre el magistrado. De inmediato, pusieron en marcha la fase final del proceso de confirmación.
Los abogados de Blasey Ford estimaron, de su lado, que la investigación adicional no fue satisfactoria. "Una investigación del FBI que no incluyó entrevistas con la Dra. Ford y el juez Kavanaugh no es una investigación significativa", dijeron en un comunicado.
"No es el hombre indicado"
El viernes, los senadores decidieron el cierre de los debates.
De los cuatro senadores que hasta ahora habían reservado su voto, tres --los republicanos Jeff Flake y Susan Collins y el demócrata Joe Manchin-- anunciaron que respaldarían a Kavanaugh.
En el campo republicano, sólo Lisa Murkowski dijo que rechazará la nominación. "Brett Kavanaugh no es el hombre indicado para la Corte en este momento", explicó la senadora a la prensa.
Susan Collins justificó su opción en un largo discurso ante sus colegas, y adujo que no disponía de elementos suficientes para corroborar las denuncias de la profesora Ford. Aunque agregó que la ratificación de Kavanaugh no equivale a decir que el Senado no toma en serio el tema de las agresiones sexuales.
"Si el Senado confirma a Kavanaugh, estará enviando un mensaje claro y desmoralizador a los estadounidenses: si usted es víctima de una agresión sexual, más le vale que permanezca en silencio", proclamó la organización feminista Equality now.
Queda por saber el impacto de esta decisión sobre las elecciones legislativas de medio mandato del 6 de noviembre. AFP / RA
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