Los educadores del estado Bolívar agremiados a la Federación Venezolana de Maestro, Sintraenseñanza y Suma Heres en medio de una asamblea realizada en la Casa del Educador, aseguraron que seguirán en pie de lucha por la restitución de sus reivindicaciones y en rechazo al tabulador salarial que desmejorado su calidad de vida.
La actividad estuvo dirigida por la presidenta de la FVM Bolívar, Lina Maradei de Beltrán, quien destacó que desde esos espacios profesores, personal administrativo y obrero seguirán peleando por volver a restablecer los beneficios otorgados a través de las convenciones colectivas.
“No se puede desmejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres que han dado su vida por enseñar a las generaciones de relevo, quienes hoy son profesionales; hasta cuando tanto abusos y atropellos para los docentes; además denunció el trato injusto que recibieron algunas personas al momento de recibir la bolsa de comida”, alegó de Beltrán.
Asimismo la presidenta de FVM Bolívar no descartó que los maestros puedan llegar a cumplir la hora cero como medida de protesta por la pérdida de sus beneficios.
Asimismo Erario Armario, presidente de Suma Heres, rechazó una vez más la tabla salarial impuesta por las autoridades y el pago semanal, en la que se coloca un salario global, arrancando una serie de beneficios para el gremio, los cuales quedaron literalmente en la calle.
Situación global
Por su parte, Alfredo Pérez presidente Sintraenseñanza y coordinador del Comando Regional Intersindical del Magisterio, señaló que esta situación no solo afecta a los docentes, sino también a los padres y representantes, quienes no saben cómo alimentar a sus hijos y muchos menos cumplir con sus obligaciones al momento de mandarlos al salón de clases.
“Todos estamos pasando hambre, el salario no alcanza es como tener una gota de agua en el desierto; nadie sabe como estirar el dinero para sobrevivir”, exclamó Pérez.
Desapareció el HCM
Los docentes señalaron que el HCM, es un beneficio obtenido durante sus luchas, desapareció de un solo plumazo, dejando a los agremiados a la buena de Dios.
De Ciudad Guayana
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