Todos los vehículos requieren de diferentes trabajos de mantenimiento que deben realizarse de manera periódica y rutinaria para garantizar su buen funcionamiento. A consecuencia del uso habitual, determinadas piezas del vehículo se desgastan hasta dejar de cumplir correctamente con su función. Algunos de estos componentes deben revisarse o reemplazarse después de los 5.000 o 10.000 kilómetros.
Para que el coche cumpla con las condiciones de seguridad adecuadas es imprescindible realizarle el mantenimiento preventivo, para así evitar desperfectos que puedan afectar al vehículo y en casos más graves perjudicar la seguridad del conductor. En este post se explica una gran cantidad de acciones básicas y de protección que debe cumplir cualquier usuario en el momento de conducir un coche.
Consejos para el buen funcionamiento del vehículo
A continuación se detalla una lista de los principales consejos que debe seguir el conductor para garantizar el correcto funcionamiento del coche:
- Revisión de los amortiguadores: Este es un dispositivo que proporciona confort y seguridad al conductor, ya que es una pieza que se encarga de controlar el vehículo a velocidades muy altas y en situaciones de peligro. El amortiguador es considerado uno de los componentes esenciales del conocido triángulo de la seguridad, que también lo integran los frenos y los neumáticos. El buen funcionamiento de los amortiguadores depende del estado de la carretera, el kilometraje del coche y la carga del vehículo. Además influyen los efectos de desgaste como el calor, la humedad y el frío. Estos aspectos reducen considerablemente la vida útil de los amortiguadores. Si estas piezas no presentan un deterioro visible, se recomienda una revisión periódica cada 20.000 kilómetros.
- Escobillas para el limpiaparabrisas: Los días de lluvia las escobillas limpiaparabrisas son indispensables. Este componente se encarga de barrer el agua, la nieve o el granizo para que los conductores cuenten con una buena visibilidad mientras conducen. Cuando llega el momento en el que las escobillas dejan de limpiar el parabrisas como corresponde, será necesario cambiarlas.
- Filtro de aceite: El filtro de aceite tiene como función retener las partículas metálicas que desprende el motor a consecuencia del desgaste habitual. Es importante reemplazar este elemento en cada ocasión que se realice el cambio de lubricante, para prevenir daños en el motor.
- Filtro de aire: Otro de los filtros que debe reponerse con mayor frecuencia al transitar por carreteras polvorientas es el de aire. Este se encarga de garantizar que el aire que ingresa al motor no contenga partículas abrasivas, por lo que la combustión se efectúa en las mejores condiciones y el nivel de consumo de gasolina se mantiene en el nivel correcto. El filtro de aire debe revisarse cuando se acuda a realizarle el mantenimiento al coche.
- Filtros de combustible: Para proporcionar vitalidad al motor del vehículo debe revisarse continuamente el filtro del combustible. Este se encarga de eliminar cualquier impureza en la gasolina antes de que ingrese al motor.
- Filtros de habitáculo: Estos filtros atrapan el polen y las partículas de polvo que se encuentran en el ambiente y evitan que entren al coche. También proveen una sensación de bienestar y de limpieza, por lo que su reemplazo es muy importante si el conductor o los acompañantes sufren de alergias.
- Neumáticos: Estos son uno de los elementos más importantes del vehículo, ya que es el único contacto que existe entre el suelo y el coche. Además de comprar neumáticos de alta calidad se aconseja cambiar las gomas entre los 4 ó 5 años de uso. Esta es una de las medidas más importantes para el mantenimiento preventivo del coche. Los neumáticos pueden sufrir daños por cambios climáticos, por anomalías en la carretera o por la forma en que conduce el usuario. Es importante que el conductor preste mucha atención a la presencia de desgaste, cortes o un desgaste poco común en las ruedas.
- Frenos: Una vez al año debe acudirse al taller para la revisión correspondiente de los frenos. Este sistema sufre un desgaste en sus componentes por diferentes factores, entre el que se incluye el medio por el que comúnmente se transporta el coche como atascos en la ciudad, recorridos con curvas o conducir a altas velocidades. En caso de detectar cambios en el sistema de frenado, el usuario tendrá que consultar con un especialista.
- Lubricantes: Los lubricantes cumplen con la tarea de minimizar el desgaste de las diferentes piezas que permiten la movilidad del motor, ayudan a la refrigeración, regularizan las partículas que surgen por el desgaste del filtro y previenen algunas fugas en el circuito por poseer cualidades sellantes. Se recomienda el cambio de lubricante en los coches nuevos entre los 15.000 y hasta los 30.000 kilómetros. Debe elegirse el tipo de lubricante adecuado y aconsejado por la marca fabricante del coche.
- Iluminación: Los faros de los vehículos permiten que el conductor tenga buena visibilidad de la carretera y de los demás coches. Es conveniente que los usuarios comprueben mensualmente el adecuado funcionamiento de cada una de las luces como la posición, la marcha atrás, la de cruces, los antinieblas y las intermitentes. Los faros deben estar libres de cualquier suciedad o barro. Si el conductor detecta alguna irregularidad en el sistema de iluminación debe acudir a un profesional.
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