El reflujo ácido es un problema de salud muy frecuente entre adultos, tanto hombres como mujeres. Esta afección causa ardor y dolor tanto en el esófago y la garganta, y empeora la calidad de vida de quienes la sufren de manera habitual.
Para empezar, si sufrimos reflujo ácido con frecuencia deberemos acudir al médico. Él realizará el diagnóstico y, según la gravedad, podrá indicarnos diferentes tratamientos. Estos pueden ser diferentes fármacos antiácidos, cirugía o, como se están investigando en los últimos años, tratamientos endoscópicos.
Es importante destacar que no es lo mismo sufrir acidez o reflujo de manera esporádica que el diagnóstico de la enfermedad crónica del reflujo gastroesofágico (ERGE). No obstante, además de la revisión médica, algunos remedios caseros nos pueden ayudar a aliviar esta afección de manera natural.
Remedios caseros para el reflujo ácido
1. Miel de abeja
Para empezar nos referimos a la miel de abeja, un alimento medicinal y remedio tópico para muchas afecciones que se usa desde la antigüedad. En este caso, también nos referimos a ella para aliviar el reflujo ácido junto con los fármacos convencionales.
La miel de abeja, gracias a su densidad y viscosidad, tiene la virtud de permanecer durante cierto tiempo en el esófago. Esto proporciona un recubrimiento en toda la membrana mucosa que ejerce una acción antiinflamatoria y antibacteriana. A la hora de elegir la miel, recomendamos que sea pura y cruda. De este modo, nos aseguramos de que mantenga sus propiedades intactas y no incluya aditivos poco saludables.
2. Jengibre
El rizoma de jengibre es un remedio natural eficaz para tratar el reflujo ácido y las afecciones digestivas en general. Puede ser una solución también para niños que sufran esta afección de manera esporádica. Además, también lo pueden consumir las mujeres embarazadas para el reflujo, las náuseas y los vómitos.
La dosis adecuada es de entre 1 y 1,5 gramos de jengibre seco en polvo al día, y se puede tomar media hora antes de las comidas o en el momento que sintamos el reflujo. También podemos tomarlo en infusión o en extracto (según las indicaciones del fabricante). En algunos casos, un exceso de jengibre puede provocar molestias digestivas.
3. Regaliz
El regaliz es un remedio natural y casero para tratar las inflamaciones gástricas. En concreto, se recomiendan los preparados de regaliz desglicirrizado (DGL), que contiene menos de un 1 % de glicirricina.
Gracias a este tipo de extractos de regaliz se evitarían los efectos secundarios que tiene este componente a largo plazo (hiperpotasemia, hipertensión y retención de sodio). No obstante, las personas con hipertensión arterial siempre deberán tomarlo bajo supervisión médica.
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Fuente: mejorconsalud
YS
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