En algún momento de la vida aparecen problemas de autoestima y en primer lugar hay que ser consciente de ello, para luego ver las causas y que pautas emocionales tenemos que seguir.
La autoestima, la definimos como el quererse a uno mismo. El tener seguridad en lo que hacemos, en lo que sentimos, y desde ahí las interacciones con los demás.
Si la forma de valorarnos a nosotros mismos no es la adecuada ni está equilibrada van a comenzar a surgir problemas.
Una autoestima baja nos lleva a no valorarnos, no aceptarnos, y no estar a gusto con nosotros mismos. Nos sentiremos insatisfechos con nosotros mismos, con los demás, y con la vida.
Problemas más comunes de baja autoestima
Inseguridad en uno mismo
Tener una imagen negativa de nosotros mismos, a la hora de encarar situaciones nos creemos incapaces.
No tenemos confianza en nuestras propias capacidades para afrontar situaciones.
Culpabilizarte
Culparse todo el tiempo por errores de hechos que ya hayan pasado, ya sea por hacer algo o por no haberlo hecho.
Muchas veces llega a resultar paralizante, nos sentimos culpables de manera excesiva lo que nos provoca depresión.
Compararse con los demás
Comprarse todo el tiempo con los demás, y siempre parecen ser superiores a uno mismo en todos los sentidos.
De esa manera tu autoestima se sentirá más baja todavía, entrando en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Preocupación constante por el futuro
Recargarse con problemas que creemos que no vamos a poder resolver y que nos reportará efectos negativos.
Tratar de agradar a todo el mundo
Es imposible tratar de agradar a todo el mundo en todo momento. Necesitamos el apoyo de todos y es frecuente que mantengamos relaciones insatisfactorias, por miedo a perder el apoyo que en ocasiones recibimos a pesar del sufrimiento que nos aporta.
¿Cómo solucionar los problemas de autoestima?
Tenemos que aprender a querernos, valorarnos, a probarnos, conociendo nuestras cualidades, virtudes, y mis limitaciones.
Muchas veces al mirar por uno mismo y tenerse en cuenta se confunde con egoísmo. Son conceptos muy diferentes, el ser egoísta es no tener en cuenta a los demás.
La autoestima supone una mejor relación con los demás ya que los tienes en cuenta, desde la satisfacción y seguridad que mantienes en ti mismo.
Si los problemas son más graves, es importante consultar con psicólogos que pueden ayudar a cambiar el modo en que pensamos sobre nosotros mismos y ayudarnos a tener hábitos coherentes con un nivel de autoestima normal.
Existen muchas técnicas y ejercicios para trabajar en los diferentes objetivos. Lo importante es pedir ayuda, si no logramos equilibrarnos y estar felices con nosotros mismos.
Fuente: Nosotras
RA
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