Con actos culturales, testimonios del abuso sexual que sufrieron y ejercicios de sanación espiritual unas 200 mujeres de diversas zonas de Colombia se reunieron este viernes para conmemorar el Día Nacional por la Dignidad de las Víctimas de Violencia Sexual.
Las víctimas eligieron conmemorar este día en la sede de la organización colombiana Liga de Mujeres Desplazadas, en Turbaco, municipio vecino a Cartagena de Indias, al que se le conoce como "La ciudad de las mujeres", y que fue destacado en 2006 con la mención de honor del segundo Premio Rey de España de Derechos Humanos.
El director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Ramón Alberto Rodríguez, dijo a Efe que acompañaron a las mujeres porque ellas "quieren que no pase desapercibido el día de la dignificación de este hecho victimizante (la violencia sexual)".
Rodríguez sostuvo que la violencia sexual "ha sido un arma de guerra (utilizada) durante más de 50 años" porque destroza la composición familiar pues una vez es abusada la persona es rechazada por su comunidad.
Explicó que se tiene registro de violencia sexual desde 1985 y que solo "hasta ahora este crimen comienza a visibilizarse por el temor que genera entre las víctimas".
Valoró asimismo que las que comenzaron a denunciar los abusos sexuales fueron las mujeres "más fuertes" y que ya se están recibiendo denuncias de hombres abusados durante el conflicto armado que no lo hicieron antes por el temor a ser señalados y por el ego machista.
La Unidad para las Víctimas tiene registrados desde 1985 hasta 2019 29.383 afectados por "delitos contra la libertad y la integridad sexual en desarrollo del conflicto armado".
De estas, 26.738 son mujeres, 2.190 hombres y 455 personas LGTBI.
Las regiones del país donde más hechos de violencia sexual se han cometido son el Caribe, seguido de la región Andina (centro), el Pacífico (oeste), la Amazonía (sur) y la Orinoquía (este).
El funcionario dijo que los principales perpetradores de violencia sexual durante el conflicto armado han sido los grupos paramilitares, seguidos de las guerrillas y enfatizó en que no hay que "desconocer que también hay denuncias de las Fuerzas Militares que en su momento utilizaron esta herramienta o esta arma de guerra".
Aunque la firma del acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia detuvo una guerra que duró más de 50 años, algunos de los integrantes de esa guerrilla no se acogieron al acuerdo y continuaron en agrupaciones que han sido denominadas como disidencias.
A esas disidencias se suman las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, la mayor banda criminal nacida tras el fin de las AUC y que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), donde "puede que en estos momentos se estén presentando hechos de violencia sexual".
Igual sucede con otras bandas como Los Buitragueños y Los Rastrojos.
El vocero manifestó asimismo que no tienen registro de víctimas de abuso sexual recientes ya que el "acto victimizante de violencia sexual por lo general es individual y normalmente las declaraciones se rinden dos o tres años después del hecho".
Recalcó que de estarse dando casos de violencia sexual, estas denuncias no se conocerán en el inmediato plazo porque las personas siguen viviendo en los territorios y cohabitando con los grupos que se están reacomodando y disputando el control territorial.
Durante la actividad de hoy Rodríguez leyó el testimonio de una mujer abusada sexualmente que manifestó que contar su historia es mucho más fácil porque el ejercicio le ayuda a "vencer el dolor" y es "una motivación para aquellas personas que por el temor o por vergüenza no han dado ese primer paso".
"Seguir sanando y resistiendo a la tristeza, a los recuerdos, es mi meta constante, hoy me siento una mujer nueva", concluyó la mujer. EFE
SP
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