Un ataque cardíaco es la muerte de un segmento del músculo cardíaco causado por una baja o pérdida en el suministro de sangre; explica el sitio web Medical News Today.
Agregan que la sangre “generalmente se corta cuando una arteria que abastece al músculo cardíaco está bloqueada por un coágulo de sangre”.
Cuando una parte del músculo muere, la persona tiene una sensación de dolor en el pecho e inestabilidad eléctrica del tejido muscular del corazón.
Síntomas
Sensación de presión, rigidez, compresión o dolor en el pecho, o desde brazo que se extiende por el cuello, mandíbula y espalda son claras señales de un ataque al corazón.
Otros indicadores incluyen tos, naúseas, vómitos, mareo, dificultad para respirar, rostro color grisáceo, temor, inquietud, sudoración, falta de aliento y dolor que no cesa con el cambio de posición.
Destacan que este tipo de dolor “aplastante” en el pecho es constante aunque puede ir y venir. Debido a la fatalidad que los acompaña, es necesario captar las señales de advertencia.
La American Heart Association (AHA) enumera cuatro signos cruciales de un ataque al corazón. Algunos de estos son:
- Molestia, presión, compresión o llenura en el pecho por varios minutos que aparece y desaparece
- Dolor en los brazos, cuello, espalda, estómago o quijada
- Falta de aliento repentino y otros indicios como sudor frío, sensación de náuseas o mareo.
- Este medio ratifica que cuando estos se presentan, se debe acudir o llamar a emergencias de inmediato.
Un ataque cardíaco suele confundirse con un paro cardíaco pero no son lo mismo. En el primero es el bloqueo de una arteria que conduce al corazón, mientras el segundo ocurre cuando el corazón detiene el bombeo de sangre al cuerpo. Un ataque al corazón podría provocar paro cardíaco.
Prevención
Para prevenirlo, lo mejor será adoptar un estilo de vida más saludable.
Dejar de fumar, mantener una dieta sana, ejercitar, dormir lo suficiente, cumplir el tratamiento para diabetes, mantener buenos niveles de colesterol en sangre, tener un peso corporal saludable y evitar la situaciones estresantes o de agobio son formas de lograrlo.
Hay factores que aumentan el riesgo de sufrir un ataque al corazón como la edad, la angina, niveles de colesterol alto, diabetes, genética, hipertensión, obesidad, dieta pobre, fumar, VIH, estrés por el trabajo, entre otros.
Sin embargo, el medio asegura que cuando ocurre suele ser por una combinación de problemas y no uno solo.
Fuente: Panorama.com
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