Ni por uno, ni por dos ni por tres. Simplemente variado y equilibrado.
Nunca está de más continuar descartando falsos mitos en lo que a la gestación se refiere, máxime si hablamos de un embarazo de gemelos o mellizos.
Se trata, explica el director médico de Clínicas Eva, César Lizán, de que estilo de vida en general sea el más sano posible, añadiéndole una especial vigilancia por tratarse estos embarazos de alto riesgo obstétrico.
Por este motivo, en las clínicas de reproducción asistida se desvía a las mamás doblemente embarazadas a una unidad que lleva el mismo nombre: Unidad de Riesgo Obstétrico. Desde allí se realiza un seguimiento exhaustivo dirigido a la detección precoz de cualquier tipo de complicaciones derivadas de estos embarazos.
No se trata de alarmar a los padres sino de vigilar y cuidar para que todo salga bien. Desde el minuto uno que llegan a una consulta buscando ayuda para tener un bebé son informados de los posibles complicaciones, como parto prematuro o nacimientos con bajo peso.
Sin embargo, y a pesar que, cuenta el ginecólogo, existe un consenso profesional internacional para intentar evitar el doble embarazo, los futuros papás “perciben, en ocasiones, la gestación gemelar como un éxito mayor del tratamiento”.
El deseo de ser padres, admite el doctor, se antepone a la posibilidad de que el esperado hijo llegue con un hermano, pero, recuerda a la vez Lizán, que “el objetivo de cualquier tratamiento es que los padres consigan un hijo sano y las complicaciones asociadas a un embarazo múltiple nos pueden alejar del mismo”.
¿CUÁNTO PUEDO ENGORDAR?
La ganancia de peso deber ser estrictamente controlada en estos casos. No se de ganar “ni un gramo más del marcado por los médicos, aunque se asume que la ganancia debe ser mayor». Así, explica el experto de EVA, con un peso normal (un Índice de Masa Corporal de entre 18,5 y 24,9 Kg/m2 ) lo admitido está entre 16,8 y 24,5 kg de peso.
Si se tiene sobrepeso (IMC: 25 y 29,9 Kg/m2), la báscula podrá subir entre 14,1 y 22,7 kilos.
Y, por último, si se tiene obesidad ( IMC≥30 Kg/m2 ): sólo se podrá engordar entre 11 y 19,1 kg de peso.
La manera de lograrlo es seguir una dieta que aporte los nutrientes necesarios para la salud materna y el correcto desarrollo fetal. En una dieta saludable las proteínas deben aportar el 10-35% de la energía, las grasas el 20-35% y los hidratos de carbono el 45-65%.
En cuanto a la suplementación, la norma general es tomar antes del embarazo y durante los primeros meses de gestación, yodo y ácido fólico. Dependiendo de la paciente y del criterio médico, se puede administrar también hierro, calcio, vitamina D, magnesio, zinc u omega 3.
NO A LAS JORNADAS LABORALES LARGAS
El estrés y el cansancio no son recomendables para ninguna gestante, pero en este caso, al tratarse de un embarazo de alto riesgo, debe vigilarse más. César Lizán recomienda actividad laboral moderada y adecuada al embarazo y pone como ejemplo evitar turnos largos, estar mucho tiempo de pie, soportar excesiva presión y tener que cargar peso. También, importante, evitar los ambientes fríos y la exposición a cualquier tipo de tóxico.
Sobre la baja laboral anticipada, el médico remite a cada caso en particular, pero dado que la probabilidad de que el embarazo finalice antes de lo habitual es mayor, “sí tiene sentido plantear bajas laborales algunas semanas antes”.
EVITAR AL REPOSO ABSOLUTO INNECESARIO
Se anima a las pacientes a realizar actividad física aeróbica moderada y aprovechar para asistir a la formación física preparto. A pesar de que los embarazos múltiples tienen un riesgo importante de acabar en cesárea, finaliza César Lizán, «es interesante que la paciente se haya preparado e informado adecuadamente con su matrona, ya que esto repercutirá directamente en una mejor experiencia de este momento tan especial.»
Fuente: Nosotras.com
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