Una joven china pasa horas chateando con su "novio", quien siempre está dispuesto a escuchar sus problemas, mientras que ella le pague.
Robin, estudiante de 19 años, ha gastado hablando con “novios virtuales” más de 1.000 yuanes (150 dólares).
Lo curioso es que los hombres cobran por estas charlas amistosas en Internet que pueden ir desde llamadas de despertador hasta largos intercambios de mensajes de texto y vídeo.
“Si alguien está dispuesto a acompañarme y hablar, estoy dispuesta a gastarme el dinero”, dice Robin, que prefiere no dar su nombre verdadero.
Este tipo de pago ha llamado la atención entre las jóvenes de ingresos medios en China, que suelen centrarse más en sus estudios y no tienen planes inmediatos de casarse o de crear una familia.
En el país asiático ya es considerado un negocio el hecho de que personas reales al otro lado de la pantalla brinden a otras apoyo emocional, atención y la sensación de ser amadas por Internet.
Informe21 / EC
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