Hay momentos en los que tenemos demasiado estrés o cansancio y no queremos hacer nada. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando esto se mantiene con el tiempo? Aquí te lo explicamos.
''No tengo ganas de hacer nada, ¿qué puedo hacer?”, quizá te has cuestionado esto es más de una ocasión. Por ello, en esta oportunidad, hemos decidido reflexionar sobre este tema contigo.
En una primera instancia, si no tienes deseo de hacer cosa alguna, tal vez sea normal y probablemente se deba al cansancio, pues algunos estudios señalan que hay una relación entre la motivación y los síntomas de fatiga.
Es decir, quizá has estado muy ocupado, te encuentras viviendo bajo estrés, y llega el día en el que no quieres hacer nada. En ese momento, reflexionas y te das cuenta que no deseas ordenar tu casa, atender tu jardín o, quizás, ni siquiera desees ir al trabajo.
En estas situaciones, vale la pena examinar el contexto, ya que ciertas investigaciones apuntan a que estar sometido bajo un fuerte estrés puede ser el detonante de la fatiga, y la antesala para otras enfermedades.
Si este es tu caso, quizá solo necesites descansar un poco, desconectarte de todo por un momento y recuperar energías. A continuación te detallamos lo que puedes hacer en concreto.
No tengo ganas de hacer nada: ¿qué sucede?
¿Qué ocurre en aquellos casos cuando no solo se trata de fatiga, sino que el caso parece más severo y el tiempo va pasando y pasando? Pues bien, si es así, entonces es momento de prestarle atención.
Los estados de apatía que toman mucho tiempo en ser superados, y en los que solo se quiere permanecer en la cama, aislados del mundo, puede ser un indicio de algo más grave.
Si además de no querer hacer nada, sientes que deseas llorar o tienes angustia, falta de apetito, culpabilidad, tristeza, entre otros, entonces pudieses estar a punto de experimentar un trastorno de depresión.
Síntomas de una posible apatía
Tener un estilo de vida sedentario.
Desinterés por interactuar con otras personas.
Deseos de permanecer aislado socialmente.
Invertir menos tiempo en tus proyectos.
Abandono de tus metas
Sensación de que tu vida transcurre sin un propósito.
Vivir con desilusión.
Solo se quiere dormir o no querer hacer nada.
Tal como te hemos mencionado, estos síntomas, además de una apatía, pudiesen ser la señal de que estás entrando a una fase depresiva y debes prestar atención.
¿Qué puedo hacer si no tengo ganas de hacer nada?
Intenta motivarte tú misma. La motivación podría no surgir en el primer momento, pero si te propones unas pequeñas tareas, quizás te sientas mejor. Imagina lo bien que te sentirías si vas al cine con tus amistades o si sales a caminar al parque.
Romper el ciclo de la negatividad. Este podría ser otra razón por la cual te sientes sin ganas de hacer nada, porque estás nadando, de manera inconsciente en un mar de negatividad. Intenta romper ese ciclo, cambia tus rutinas y plantéate un objetivo que llene tu vida de ilusión.
Practica algún ejercicio físico. Tal vez suene ilógico, pero una vez que comiences a ejercitar tu cuerpo, experimentarás bienestar y tu estado de ánimo cambiaría.
Dedícate a eso que te gusta. Pues, quizá, tus tareas son aburridas y eso es lo que te ocurre. Pero si retomas tu pasión por la fotografía, la pintura, aprender algún idioma, o te integras a un curso, podría retomar el ánimo en tu vida.
Toma un pequeño viaje. Y con ello lograrías desconectarte de la cotidianidad y la rutina. Unos días con la mente relajada podrían ser la solución.
Plantéate un reto. Proponte conocer nuevas personas, asistir a más eventos culturales, o vivir una experiencia que nunca antes hayas hecho.
Coloca una fecha en el calendario. Así te sentirás comprometida a la realización de tu nueva meta.
Evita aislarte. Para que los pensamientos tóxicos y el pesimismo no se apoderen de ti. Disfruta tiempo de calidad con las personas que quieres y que están cerca de ti.
La felicidad depende de ti. Recuerda que tu felicidad no depende de otras personas, sino de ti misma. En ti están todos los recursos para sentirte feliz.
Por último…
Si ya lo has intentado todo por ti misma, y sientes que aun así no logras salir de ese estado de desinterés o apatía, es importante y necesario que busques ayuda profesional.
Si tú sientes que no cuentas con la suficiente fuerza para hacer tus tareas, regresar a tu trabajo o incorporarte a tus estudios, entonces visita a un psicólogo.
No te quedes esperando que simplemente la sensación se vaya sola, ni permitas que esto se apodere de ti. Es probable que estés padeciendo abulia como síntoma principal de una depresión mayor, o que tu estado sea el de una imposibilidad de sentir alegría o placer por las cosas, es decir, una anhedonia.
No te preocupes, cualquiera que sea tu situación, si ya lo intentaste todo, busca apoyo terapéutico y todo estará bien.
Con información de Mejor con Salud
EB
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