El pasado 26 de febrero un supuesto enfrentamiento entre el Faes y la banda de un delincuente llamado “El Coqui”, acaparó los titulares.
Hoy surgen varias interrogantes:
¿Qué pasó realmente el 26 de febrero entre el Centro Ciudad Comercial Tamanaco y la autopista Francisco Fajardo?
¿Dónde quedó la camioneta Hyundai Tucson que supuestamente acompañaba a los integrantes de la banda liderada por Carlos Luis Revette, alias Coqui?
¿Quién era la víctima del supuesto secuestro? Estas son algunas interrogantes que se formula el periodista Javier Mayorca esu columna crímenes sin castigo.
Mayorca consultó a un experto en el análisis de estas situaciones, el ex director de la policía judicial Miguel Dao.
Este le manifestó al periodista sus dudas en torno a las informaciones emitidas por la FAES.
Según Dao, “se intentó forzar una situación para que pareciera un procedimiento en flagrancia. Pero ni siquiera hubo un intento de secuestro”.
Mayorca describe en su columna que “el primer enfrentamiento ocurrió en los alrededores del centro comercial, específicamente en la vía que da acceso a la entrada peatonal ubicada frente al Cubo Negro”.
El suceso se registró en horas de la tarde ante gran cantidad de testigos.
“Todo comenzó cuando la referida camioneta y una Land Cruiser blanca apenas llegaban. No hubo tiempo de secuestrar ni de concretar alguna extorsión. Los delincuentes, al verse descubiertos, huyeron rumbo a la autopista”.
El experto en seguridad le comenta al periodista que “los funcionarios activaron el llamado plan de cierre de esta vía expresa, y en consecuencia pronto los alcanzaron, con el resultado de cuatro fallecidos (dos en la cabina del rústico, uno sobre el asfalto y otro en el curso del Guaire).
Advierte que un “manto de silencio” cubre este suceso. Por esta razón habrían suspendieron una rueda de prensa que iba a dar el director de la PNB al día siguiente, el general Elio Estrada.
El periodista e investigador asegura que “El Coqui maneja una de las estructuras delictivas más importantes de Distrito Capital. Sin temor a equivocación, se podría decir que controla la Cota 905”.
Dudas sobre la extorsión
Si “El Coqui” vive en una de las llamadas “Zonas de Paz”, no tiene sentido actuar fuera de su zona.
El sabe que en dicho lugar “podía ser emboscado, como en efecto sucedió. Si la idea era secuestrar a un comerciante (cuyo nombre nunca ha sido facilitado), tampoco tenía sentido ir a Chuao”.
Mayorca relata en su columna de su conversa con Miguel Dao que “Bastaba con seguirlo e interceptarlo en el momento en que fuese más vulnerable”.
Finalmente deja una hipótesis: “Descartados el secuestro y la extorsión como motivaciones para la movilización de este grupo armado, la posibilidad más fuerte indica que la idea era concretar una transacción, que desde luego no era legal, pero sí muy jugosa”.
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