“No hay aditivos para procesar los hidrocarburos”, aseveró Toro Hardy. “Las principales refinerías del país están totalmente paralizadas”
A juicio del economista, la situación del combustible, más allá de la degradación de la industria petrolera nacional, también se debe a la merma en las importaciones de gasolina y diesel por parte de Rusia, y más aún cuando el pasado 28 de marzo la petrolera Rosneft anunció una ruptura de sus acuerdos comerciales con Venezuela.
“Rusia se quiere concentrar en su propia economía e industria, por lo que se desentiende de Venezuela”, explicó.
Toro Hardy recalcó que este panorama hace “aún más complejo” la situación del país, en donde la privación de diesel puede generar más dificultades para transportar los alimentos durante la emergencia sanitaria nacional expuesta desde el 17 de marzo.
Por lo tanto, el economista declaró que debe haber un cambio en la administración pública para que las organizaciones multilaterales puedan ofrecer la ayuda necesaria para mantener la economía del país en este contexto.
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