La Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) propondrá a la Superintendencia de Bancos que un grupo de oficinas comerciales de las instituciones financieras del país puedan abrir sus puertas en horarios reducidos, cumpliendo con los protocolos de seguridad e higiene ante la pandemia del COVID-19.
Un informe producido por técnicos de la ABV, reseña que la apertura de las oficinas comerciales puede producirse en el corto plazo y permitiría “a un número mínimo de oficinas atender clientes específicos, en horarios limitados, lo que, a su vez, contribuye con el necesario ahorro de combustible que exige la coyuntura”.
Sin embargo, advierte que no se pueden abrir todas las agencias bancarias en el país pues implicaría la movilización de 46.000 trabajadores y “esto incrementaría el riesgo (de contagio) en todo el país”.
Asimismo, detallan que la banca está garantizando el uso de los medios electrónicos de pago para atender las necesidades de la población: “La evolución de los medios electrónicos ha permitido que no se hayan interrumpido las operaciones bancarias, a pesar de las restricciones actuales derivadas de la protección del personal y de los clientes como consecuencia del estado de alarma”.
Destacan también que el crecimiento del pago móvil interbancario ha sido de tal magnitud que, entre 2018 y 2019, aumentó interanualmente un 480%.
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