Por: Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer
Profesor y ex decano Facultad de Agronomía de LUZ
@WernerGutierrez
En la diatriba nacional, enfrentamos a diario el pesimismo de quienes ya rendidos han renunciado al derecho de aferrarse a la Venezuela en positivo. No obstante, detrás del oscuro escenario impuesto por dos décadas de perversa destrucción, agradezco encontrarme de manera permanente con muestras del espíritu emprendedor del venezolano honesto y trabajador, que no se resigna a ver fallecer su amada patria.
Por eso siempre reservaré espacio en mis líneas para las buenas noticias, para compartir grandes logros de innovadoras iniciativas, emergidas de tercas ideas impulsadas por atrevidos soñadores dispuestos a sortear dificultades y limitaciones, en un país a ratos consumido por la desesperanza. Son verdaderos héroes que se atreven a irrumpir en el desasosiego, siendo capaces de reinventarse para ver cristalizado en hermosas realidades, un rebelde sueño, al que le apuestan todos sus esfuerzos y sacrificios.
Este es el caso de la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI), organización fundada un 08 de junio de 1995 por un grupo de 22 agricultores en el municipio Turén, estado Portuguesa, que iniciaron labores con la siembra de tan sólo 1.200 hectáreas del cultivo de maíz.
El estado Portuguesa, ubicado en los Llanos Centro Occidentales, con justicia es conocido como “el granero de Venezuela” al ocupar el primer lugar como productor de maíz, arroz, girasol, ajonjolí, frijol y otros rubros como caña de azúcar y café.
Zona privilegiada desde el punto de vista de las potencialidades de suelo, clima y agua para la agricultura. Sin embargo, debo confesarles que su mayor fortaleza la encuentro en el espíritu inquieto e innovador de su gente. El amor derramado sobre sus campos, es heredado con especial esmero de padres a hijos, ya a una quinta generación de aquellos emigrantes que llegaron a la Colonia Agrícola de Turen hace más de seis décadas, desde diversas partes de Europa, en busca de nuevos horizontes, nuevas oportunidades.
Después de 25 años de vida la Asociación de Productores Agrícolas Independientes es integrada por sobre los 200 productores que pese a la tragedia impuesta a nuestra agricultura por el Chavismo - Madurismo, en cada amanecer encuentran antiguos y nuevos motivos para seguir soñando, creyendo e insistiendo.
Más que una asociación, PAI es un sentimiento, una familia, que en conjunto han llegado a sembrar 17.000 hectáreas por ciclo, es decir, alrededor de las 30.000 a 35.000 hectáreas por año. Se han destacado en el desarrollo de los rubros maíz, sorgo, arroz, ajonjolí, soya, girasol y frijol en los municipios Turén, Esteller y Santa Rosalía, llegando a ser referencia a nivel nacional al lograr cosechar y acondicionar “el 50 % del maíz amarillo para consumo humano que requería el país”.
Igualmente es justo reconocerles el impulso que desde su seno se le dio al cultivo del girasol, con interesantes resultados, oleaginosa que ha desaparecido de nuestros campos por las políticas erradas del gobierno. Así mismo, al cultivo de la soya, rubro que toma un nuevo y promisorio impulso en la actualidad gracias al esfuerzo que se realiza desde FONDESOYA, en cuya organización donde PAI tiene un papel importante.
No es mera retórica cuando afirmamos que la actividad agrícola es una de las más riesgosas. En un solo ciclo de siembra, sujeto a las variaciones climáticas, el agricultor venezolano al no disponer de financiamiento bancario apuesta todo su patrimonio personal, pero gracias al espíritu proactivo, a la visión integracionista, que inspira a esta asociación, unidos siguen adelante, aun minimizados, superando la peor plaga que puede caerle a cualquier agricultor, un pésimo gobierno.
El tiempo les ha enseñado que la clave está en la unión para avanzar en el desarrollo individual y colectivo. De aquella semilla de 22 valientes productores que fundaron PAI ha germinado un frondoso árbol, el Grupo PAI, integrado ademas por PAICA, REPAICA y TRANSPAICA, empresas innovadoras que acompañan al productor desde la planificación de su siembra, en la aplicación de labores, recolección, transporte, almacenamiento e incluso procesamiento de su cosecha para dar valor agregado al grano, permitiéndole recibir mayores beneficios.
El Grupo PAI, genera empleos de calidad para más de 200 personas de manera directa, y sobre los 1000 indirectos. Adicionalmente, dedican grandes y sostenidos esfuerzos para impulsar diversas obras en beneficio de las comunidades vecinas, colaborando con el financiamiento de actividades culturales como la Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil de Turen, o en las deportivas, donde resalta su apoyo a la Escuela de Futbol Menor Internacional Turén, dándole sentido a su slogan fundacional “sembrar es algo más”.
Como tantos miles de valientes del campo venezolano, en PAI se niegan a abandonar sus tierras. Insisten una y otra vez con obstinada terquedad en el derecho y el deber de continuar surcando sus campos por sobre cualquier adversidad para seguir produciendo alimentos para nuestro pueblo, y bienestar para Portuguesa.
Son infinitas las razones por la que esta asociación se ha ganado mi admiración. Una de ellas, el no haber cedido nunca ante la amenaza, no doblegarse ante el poder que chantajea la entrega de agroinsumos o financiamiento a cambio de guardar silencio, o asumir posiciones que van en contra de los máximos intereses de la nación.
Por su voluntad indomable la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI), tienen bien merecido el título de “los tercos del campo venezolano”. Dios los bendiga. Dios te bendiga Turen, a tus tierras y a tu gente. Venezuela les agradece el demostrarnos con sus acciones, que si se puede!
Comentarios: