Un hombre agradeció a Dios por haber sobrevivido junto a su familia, a una fuerte tormenta, que azotó la localidad ocasionando graves daños en las viviendas.
La fuerte tormenta tropical Isaías, con vientos que alcanzaron más de 110 kilómetros por hora, golpeó el estado de Delaware, Estados Unidos, dejando miles de casas muy dañadas y árboles arrancados de raíz. Los restos de casas destruidas quedaron esparcidos por todo el vecindario.
En la comunidad de Kirkwood, la comunidad más afectada por la tormenta, el propietario Joseph Hicks agradeció a Dios por proteger a su familia. Joseph vio cómo los vientos barrían la parte trasera de su casa mientras corrían por seguridad.
“Cuando nos acercábamos al sótano, vi que los árboles eran arrancados de suelo. Fue entonces cuando vi que toda la parte trasera de la casa "salía volando" de la propiedad”, dijo el hombre. “Gracias a Dios estamos aquí. Dios salvó a mi esposa y a mi hijo. Podré reconstruir la casa casa".
En Middleton, una madre y sus dos hijos pequeños escaparon de una tragedia después de que se destruyera todo un muro. Según la mujer, poco después de recibir advertencias de tornado en su teléfono, agarró a su hijo de 2 años y su bebé de 3 semanas y corrió a esconderse en el sótano.
Su esposo, que estaba trabajando por primera vez después de la baja por paternidad, regresó a casa por la mañana en estado de shock por lo que descubrió. Vio las pertenencias y la cama de su hijo al otro lado de la calle. El segundo piso de su casa quedó completamente destruido. Afortunadamente, su familia estaba a salvo e ilesa.
"Las cosas pueden ser reemplazadas, pero los niños no pueden, la familia no puede. Gracias a Dios", dijo la madre de dos hijos en una entrevista.
De Noticias Cristianas del Acontecer Cristiano
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