Se concentraron en horas de la tarde de este sábado para exigir que se haga justicia y que los procesos judiciales, emitidos por las autoridades, se cumplan a cabalidad.
A un mes del homicidio de Pirrongelli y su bebé de ocho meses de gestación, Terán permanece en calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Upata, aún cuando se emitió orden de traslado a la cárcel El Dorado.
Dolientes denunciaron que estaban manipulando el proceso judicial «inventando excusas para no realizar el traslado».
Además de manifestar que presuntamente estaba recibiendo «algún tipo de privilegio».
Les informaron que el traslado de Terán no se había realizado porque «estaban esperando un cupo y tenían escasez de gasolina».
Además, los familiares del detenido pidieron a las autoridades que «no lo trasladarán porque temían por su seguridad».
«Ahora sí van a tener miedo. Pero no lo tuvieron cuando él maltrató en reiteradas ocasiones a Giannelly», cuestionaron sus allegados.
Los abogados de la familia Pirrongelli revelaron que el oficio de traslado ni siquiera había sido llevado al internado judicial de El Dorado. Es decir, que no han iniciado el proceso para ejecutar la orden emitida por el juez.
Por las irregularidades presentadas, exigen que el caso sobre el femicidio de Giannelly sea manejado desde Caracas para «evitar manipulación, alteración y corrupción del mismo».
DP.-
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