Sólo en cuatro meses, más 550 creyentes de una iglesia en China, han sido encarcelados y los bienes confiscados por las autoridades de la ciudad de Yichun.
De junio a septiembre, el gobierno de la provincia de Jiangxi en el sureste de China lanzó varias operaciones contra miembros de la iglesia. Según un oficial de policía, algunos miembros fueron monitoreados durante más de dos años. Los líderes de la iglesia son el objetivo en particular. “¿Por qué el Estado intensifica la construcción de cárceles? Porque el objetivo es arrestar a todos los creyentes”, dijo el funcionario.
En ese mismo período de cuatro meses, más de 550 miembros de la iglesia ya han sido arrestados en todo el país.
Una mujer que es miembro de la iglesia y fue arrestada recordó cómo 11 policías vestidos de civil allanaron su casa y registraron sus pertenencias sin presentar ningún documento, confiscando todos los libros relacionados con la fe. La llevaron a una comisaría de policía local.
"Estaba encerrado en una jaula de madera mientras los oficiales me interrogaban sobre la Iglesia", recordó. Como ella se negó a responder preguntas, los policías pusieron el aire acondicionado de la sala de interrogatorios a la temperatura más baja, dejándolo frío toda la noche.
En la provincia central de Henan, algunos miembros de la misma denominación cristiana fueron arrestados mientras las autoridades locales visitaban las casas para verificar los registros familiares de los residentes. Otros fueron detenidos después de un extenso rastreo. Según cifras preliminares de la iglesia, 319 creyentes fueron arrestados de junio a septiembre en toda la provincia.
Un miembro de la iglesia en la ciudad de Sanmenxia, Henan, dijo a la revista Bitter Winter que el 15 de agosto, dos policías llegaron a su apartamento con el pretexto de verificar su registro de residencia. Lo fotografiaron y registraron su casa, pero no encontraron material religioso. Fue puesto en libertad después de un interrogatorio y se vio obligado a contestar su teléfono las 24 horas del día durante cinco días.
Para evitar más arrestos, el hombre salió de la casa por la noche. Durante los siguientes tres días, la policía llamó repetidamente a sus familiares para preguntarles sobre su paradero y el estado religioso de sus familias.
"Quería esconderme en la casa de mis familiares, pero por el acoso e intimidación de la policía, no se atrevieron a recibirme", dijo.
En agosto, 23 miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso fueron arrestados en Zhongshan, Foshan y otras ciudades del sur de la provincia de Guangdong. Durante los interrogatorios, la policía dijo a los presos que habían sido localizados hace mucho tiempo. Las autoridades sabían dónde trabajaban, a qué hora volvían a casa todos los días y cuándo y dónde se reunían con otros miembros de la Iglesia.
Algunos miembros de la iglesia fueron liberados después de un mes de detención, pero aún estaban sujetos a una estricta vigilancia.
"Cada vez que salía, me seguía un coche de la policía", dijo uno de los creyentes arrestados. “La policía también instó a mi esposo a que me cuidara. No tengo ninguna libertad. Temo que la policía vuelva a arrestarme. Casi no duermo y tengo pesadillas ”.
En septiembre, el Departamento de Seguridad Pública de una ciudad en la provincia norteña de Shanxi lanzó una ofensiva contra la iglesia. Más de 20 policías en un equipo de investigación especial persiguieron a siete creyentes que dejaron la ciudad debido a problemas de la denominación.
"Al menos cinco autos nos siguieron, así que salimos de nuestros vehículos y corrimos en todas direcciones", informó un miembro de la iglesia. “Corrimos hacia las montañas para escondernos, pero pronto escuchamos el zumbido del dron. Sin forma de escapar, nos escondemos en un maizal, acurrucados sin atrevernos a movernos. Tres de nosotros logramos escapar subiendo las colinas. No sé qué pasó con los demás; perdemos contacto con ellos”.
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