El presidente de Pdvsa Gas Comunal, Jacob Grey, y varios asociados fueron encarcelados el 5 de febrero después de que los investigadores del gobierno descubrieran un almacén en el estado de Carabobo que servía de centro de distribución clandestino.
El director de Pdvsa Gas Comunal, filial encargada de la distribución de gas licuado de petróleo para uso residencial, fue acusado de orquestar una trama nacional que supuestamente canalizaba unos 10.000 barriles por día equivalentes de propano para la venta ilícita de bombonas de 10 kg a 10 dólares cada una.
Ninguno ha respondido a las acusaciones.
Grey fue nombrado para el cargo en septiembre de 2020 tras un ascenso meteórico en el movimiento juvenil del partido socialista gobernante.
La familia promedio venezolana utiliza tradicionalmente al menos dos bombonas al mes para cocinar. Con los precios oficiales subvencionados, cada bombona debería costar sólo 0,02 dólares. Según el Ministerio de Petróleo, dos tercios de las 15 millones de bombonas de GLP del país se consideran inseguras.
La red de Grey se abastecía de propano en el complejo criogénico de Jose, con capacidad para procesar 200.000 barriles diarios, que actualmente sólo produce unos 15.000 b/d, con la posibilidad de abastecer a un tercio de la demanda residencial. Las otras fuentes de GLP de Pdvsa, incluidos los ricos yacimientos de gas natural y sus refinerías, ya no contribuyen con el mercado.
Con tan poco suministro disponible, muchos venezolanos han recurrido a las ineficientes placas eléctricas o a la leña para cocinar.
«Grey estaba robando dos tercios de la deficiente producción de propano de la planta criogénica delante de las narices de los departamentos de seguridad interna de Pdvsa Gas y Pdvsa», dice a Argus un asesor del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab. «Basándonos en lo que hemos sabido hasta ahora, creemos que hay más funcionarios de alto nivel en Pdvsa involucradas«, dice el funcionario que hablo con reserva de su identidad.
La operación encubierta no aliviará la crítica escasez de GLP en Venezuela porque «toda la infraestructura de producción, almacenamiento y distribución de gas operada por Pdvsa y Pdvsa Gas se ha deteriorado debido a una completa falta de mantenimiento preventivo que data de al menos 2008», dice un funcionario del Ministerio de Petróleo a la agencia especializada estadounidense.
Venezuela era autosuficiente en GLP hasta 2009-10, cuando se vio obligada a comenzar a importar el producto principalmente de Estados Unidos hasta que las sanciones bloquearon el acceso a los proveedores norteamericanos en 2019.
Aunque el Gas Licuado de Petróleo no está contemplado específicamente en el esquema de sanciones, el incumplimiento del mercado y las dificultades financieras de Pdvsa han frustrado el suministro exterior.
El país de la OPEP ha sufrido una escasez crónica de gasolina durante más de un año, y los suministros de diésel están empezando a escasear también después de que Estados Unidos pusiera fin a los intercambios de crudo por diésel en el cuarto trimestre de 2020.
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