Serrano tiene 70 años y exige que el Estado habilite refugios para que ella y sus otros vecinos se muden mientras el agua desciende. Afirmó que no le importa perder la nevera vieja, la cama y el televisor que tiene. “Le tengo más miedo al río. Hace dos días mataron una culebra de dos metros que entró con el afluente hasta la sala”, relató la septuagenaria.
El barrio Los Monos del sector Castillito, en la parroquia Cachamay, es una de las zonas calificadas como de alto riesgo ante la crecida del Orinoco y Caroní, afluentes que, según la última medición de Protección Civil, se ubican en alerta amarilla en Ciudad Guayana, pues tienen 11,82 metros sobre el nivel del mar.
“También queremos hacer un llamado a la gente de sanidad, porque hay niños con diarrea. Las criaturas no miden el peligro ni de ahogarse ni de la contaminación del agua”, comentó Felicidad González, otra residente de Los Monos. El pasado 6 de agosto un menor murió ahogado al lanzarse al caudal del Caroní en el barrio Campo Rojo de San Félix, otra zona vulnerable a inundaciones.
En la población minera El Dorado, municipio Sifontes, la emergencia es mayor, porque los ríos Cuyuní y Yuruari inundaron 1.200 casas. Muchas viviendas quedaron bajo el agua. En algunas fotos compartidas por redes sociales se observan solo los techos de lámina de zinc de las residencias. En ese último caso, el gobernador de Bolívar, Justo Noguera, informó que las familias fueron llevadas a un refugio temporal y que están recibiendo atención médica primaria, alimentación y agua potable.
ElPitazo
Comentarios: