Nunca algo fue tan costoso, expresan residentes de Puerto Ordaz, al contar la tragedia que viven para comprar 40 litros de gasolina cada siete o 10 días. Una historia que se repite en todo el estado Bolívar, en el sur de Venezuela, donde se ubica esta ciudad.
BOLÍVAR (Sputnik) — Desde marzo de 2020, la crisis por la gasolina llegó a toda Venezuela. El Gobierno responsabilizó al bloqueo de Estados Unidos, pero esta situación ya había comenzado a registrarse en Bolívar desde octubre de 2018, año en el que los ciudadanos recuerdan haber hecho las primeras filas hasta por tres días para surtir combustible.
A partir de ese momento el suministro ha sido inestable, y cuando en la región capital hay filas a esta zona del sur de Venezuela simplemente dejan de enviar gasolina.
Sin subsidio
En junio de 2020, el Gobierno anunció un plan para regularizar el servicio de gasolina en todo el país, que incluía un subsidio de 120 litros al mes, cada uno equivalente en ese momento 0,25 dólares (5.000 bolívares - moneda local), y otro llamado "precio internacional" a 0,50 dólares por cada litro.
Sin embargo, el estado Bolívar no recibe gasolina subsidiada (que con la inflación pasó costar este mes 0,001 dólares por litro), solo la distribuye a precio internacional, y este incremento en 2020 de 0,00001 dólares a 0,50 dólares jamás se tradujo en la ansiada regularización del servicio. Por el contrario, los ciudadanos aseguran que solo ha habido desmejoras.
"De dos años para acá ha sido terrorífico, desde el año pasado ya no hay subsidiada, nosotros tenemos que venir un día antes a marcarnos (colocar un número en el auto) (…) aquí echan 40 litros 20 dólares (…) Ahora es bicicleta o caminar, el carro solo para ir al mercado por cosas pesadas que uno no pueda cargar (…) Aquí todo depende del gobernador (Justo Noguera) de las órdenes que de", dijo Jesús Díaz, de 40 años, quien se identificó como comerciante.
Díaz tenía más de 24 horas haciendo una fila cuando conversó con Sputnik, luego de empujar su auto más de un kilómetro a lo largo de la fila, porque ya se había quedado sin gasolina, como sucede con la mayoría cuando están por llegar a la estación de servicio.
¿Quién decide?
Ciudadanos que necesitaban abastecer sus autos de combustible y lo hacían por el número de placa aseguraron a Sputnik que la venta de gasolina es impredecible, y se rigen por los anuncios que realizan un día antes los encargados de las Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), un esquema creado y dirigido por la Fuerza Armada Nacional el Bolivariana, para distribuirse el país por áreas.
"Aquí en Orinoquia tenemos una organización hecha por la misma comunidad, y es por medio de las redes sociales y el WhatsApp nos comunicamos entre todos y con la gente que trabaja en las bombas (estaciones de servicio) nos informan una hora o dos horas antes, qué placas van a marcar y así nos organizamos", indicó la ciudadana María Lezama, 46 años.
Lezama aseguró a Sputnik que la presunta baja calidad de la gasolina que surten en la estación de servicio ha tenido consecuencias al funcionamiento de su vehículo.
"Cada día es más patético surtir la gasolina; de hecho, hemos tenido que llegar a la situación de comprar gasolina a 1,5 y hasta 2, porque hay que resolver, tenemos niños, ancianos y tenemos que trabajar (…) a mi se han dañado filtros, bomba de gasolina, porque la gasolina viene sucia o contaminada y he tenido que parar el carro, ayer cambié la gasolina y hoy amaneció la pila dañada", agregó.
Lo que más cuesta, explicaron los ciudadanos a Sputnik, no es solo pagar los 0,50 dólares por litro, sino perder tiempo de sueño y de trabajo en una extensa fila para echar combustible.
"Ha sido un poco caótica la situación del combustible, hemos estado surtiendo algunas veces, pero el sistema está fuerte, a veces paso días en las colas, he pasado hasta una semana, hoy estuve solo día, y me tengo que planificar para ausentarme de mi trabajo, eso es lo que más cuesta", declaró a Sputnik Dogar Silva, de 33 años de edad.
Sin trabajo
Quienes dependen de sus vehículos como fuente de trabajo, como camioneros o taxistas, son los más afectados.
Elvis Dueñe, el propietario de un camión que realiza mudanzas, explicó a Sputnik que de 15 viajes semanales que realizaba en el estado, ahora solo realiza uno, lo que, sostuvo ha recortado de forma significativa sus ingresos mensuales.
En un estado tan grande Bolívar, con una superficie de más de 2.000 kilómetros cuadrados, y un sistema de transporte deficiente, en el que la mayoría de los lugares se encuentran distantes, el desabastecimiento de gasolina afecta el día a día de todos sus pobladores, desde ir a clases, hasta acudir al trabajo o al médico.
Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar, principales ciudades del Estado Bolívar están ubicadas a unas 11 o 10 horas de Caracas y a unas 15 horas de la frontera con Brasil, por lo que sus residentes no admiten la justificación del Gobierno de que la escasez de combustible se asocie con que se trata de una zona fronteriza.
"No pueden decir que hay contrabando de gasolina a Brasil desde Puerto Ordaz, y que por eso no envían gasolina, porque Brasil está de aquí casi que, a la misma distancia de Caracas, esa justificación solo la admiten quienes desconocen las distancias en este estado", dijo.
A esto se suma que, desde que comenzó la pandemia en marzo 2020, el aeropuerto principal de este estado, ubicado en Puerto Ordaz, está cerrado sin una clara justificación.
Por lo que, si los residentes de estas zonas quieren viajar se encuentran de manos atadas por falta de combustible y de vuelos.
En el trayecto por tierra entre Caracas y Bolívar, numerosas estaciones de servicio están cerradas, aunque en cada estado hay al menos una a precio internacional activa y sin kilométricas filas.
Sin embargo, en lo que se cruza la frontera entre el estado Anzoátegui (este) y el estado Bolívar, el panorama cambia, la mayoría de las estaciones de servicio están desiertas, abandonadas, desvalijadas, y en las pocas internacionales que están abiertas más de 500 vehículos hacen fila para surtir.
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