La tarde de este jueves 23 de septiembre, Obispos Auxiliares de Caracas comunicaron el sensible fallecimiento del Eminentísimo Cardenal Jorge Urosa Savino, quien recibió los santos sacramentos de la comunión y la extremaunción hace pocos semanas antes de ser recluido en terapia intensiva por síntomas del Covid-19. Figura destacada de la iglesia venezolana y con una vida dedicada a Dios.
Sacerdote, escritor y trilingüe; Jorge Liberato Urosa Savino nació en la ciudad de Caracas el 28 de agosto de 1942, siendo, 79 años más tarde, el quinto Cardenal de Venezuela. Hijo de Luis Manuel Urosa Joud y Ligia Savino del Castillo de Urosa, cursó estudios básicos en el Colegio La Salle de Caracas.
Ahondando en su formación académica, el prelado estudio filosofía en el Seminario Santa Rosa de Lima de la capital venezolana, teología en el Seminario de San Agustín en la ciudad canadiense de Toronto y en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo su doctorado en teología dogmática.
Algunos de sus allegados aseguran que es, en definitiva, un “Hombre de Dios”, y así ha sido bautizado por muchos. Pero, ¿Cuándo surgió esa inquietud por lo divino? Fue el 15 de agosto de 1967 cuando el Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas para ese entonces, concede la orden sacerdotal a Urosa.
Pero su labor no se detiene allí, fue designado Obispo Auxiliar de Caracas el 6 de julio de 1982 y consagrado en el cargo el 22 de septiembre de 1982 en la capital venezolana por Monseñor José Alí Lebrún Moratinos.
El 16 de marzo de 1990 fue promovido a la sede metropolitana de Valencia. Sin embargo, el 19 de septiembre de 2005 es transferido a la sede metropolitana de Caracas. Para el año 2006, Urosa era elegido para ocupar el cargo de segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela.
El título de Cardenal llegó el 24 de marzo de 2006, mismo día en que recibió la birreta roja y el título de Santa María in Monti.
Su misión en la vida también la difundió a través de escritos donde recopiló la esencia de sus pensamientos y la conjugó con la perspectiva social y religiosa. Como escritor, publicó las siguientes obras: “La Venezuela del futuro, un reto a la Iglesia”, “El progreso y el Reino de Dios en Teilhard de Chardin”, obra que fue su tesis doctoral, y “Jesucristo, Camino, Verdad y Vida”.
En diversas ocasiones el arzobispo de Caracas manifestó sus holgadas diferencias con el gobierno del expresidente Hugo Chávez, muy particularmente en cuanto a la gestión del mandatario, quien en diversas ocasiones profirió calificativos contra el alto prelado.
Inclusive, el fallecido presidente se inmiscuyó en las decisiones eclesiales al aseverar que pudo ir personalmente a Roma para pedir, en su momento, que fuese revocado el nombramiento de Urosa.
Al llegar a los 75 años, y tal como establece la norma católica, Urosa presentó su renuncia al Papa, la cual fue aceptada por la máxima autoridad quien a su vez designó al cardenal Baltazar Porras Cardozo para su reemplazo.
En esa oportunidad, el prelado aseguraba que no dejaría a los venezolanos y seguiría apostando por la paz en el país.
“Me retiro como arzobispo, pero no me voy de mi país y seguiré luchando por la defensa de los derechos del pueblo venezolano”, detalló. Enfatizó que los venezolanos deben recuperar la fe para la reconstrucción de la sociedad. “Esta situación que atraviesa Venezuela, la podemos superar si recuperamos y fortalecemos nuestra fe en Cristo”, dijo durante la misa de acción de gracias y despedida oficiada en el año 2018.
Previamente, Urosa había emitido su opinión con respecto a la renuncia del antecesor del Papa Francisco, Benedicto XVI, acción sobre la cual dijo: “Es un ejemplo muy bueno. Yo creo que cuando alguien no está en condiciones de conducir un grupo humano, después de pensarlo bien, es natural que se haga a un lado”. Y concluyó diciendo que “es un ejemplo de que el sacerdocio es para servir y dar testimonio de Jesucristo”.
El 27 de agosto de 2021, el purpurado fue ingresado a la Policlínica Metropolitana de Caracas tras presentar síntomas asociados a la Covid-19, diagnóstico que posteriormente fue confirmado.
El 12 de septiembre de este año, la Arquidiócesis de Caracas emitió un comunicativo donde revelaba que tras el avance de la enfermedad, Urosa fue recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos del mencionado recinto caraqueño.
La institución también anunció que monseñor recibió los santos sacramentos de la comunión y la extremaunción en esa oportunidad.
Durante esa ocasión, la Arquidiócesis de Caracas también hizo publico un comunicado que había sido escrito previamente por el sacerdote, y que pidió fuese revelado en caso de que se agravara su salud. Monseñor Urosa reiteró su gran afecto al pueblo venezolano y su entrega absoluta a su libertad. “Mi trabajo por el país ha estado siempre guiado por un inmenso amor patriótico a todos los sectores del pueblos de Venezuela, sin exclusión alguna, y por supuesto en la línea de la Constitución Nacional, que nos propone los derechos inalienables que no pueden ser conculcados por ningún gobierno”.
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