CARACAS.- Salir de compras en Venezuela es una aventura cotidiana. En una estación de servicio, en un supermercado, en un restaurante, la pregunta “¿cómo va a pagar?” provoca escalofríos en los consumidores. La moneda local, el bolívar, es casi inexistente en todo sentido, nunca hay cambio para devolver, y los venezolanos deben pagar en dólares, tarjetas con cuentas extranjeras y hasta criptomonedas.
A continuación, tres claves para pagar en este país con la inflación más alta del mundo.
¿Tiene bolívares? Para el colectivo
Ser millonario en bolívares no se traduce en riqueza: 4000 billetes de un millón de bolívares (difíciles de conseguir) no completan 1000 dólares, por ejemplo.
La moneda venezolana prácticamente perdió la totalidad de su valor y poder de compra entre hiperinflación y depreciación constante. Solo en lo que va de 2021 se depreció casi 73%. A partir del viernes entra en un proceso de reconversión en el que se le eliminan seis ceros: un millón de bolívares pasarán a ser un nuevo bolívar.
Con la reconversión vendrán nuevos billetes, aunque el gobierno advirtió que la meta es que la economía sea 100% digital, lo que expertos leen como una excusa para imprimir poco dinero, susceptible de perder con rapidez su valor.
¿Tiene dólares? No hay vuelto
El 70% de las operaciones en Venezuela se hacen en dólares, según estimaciones privadas. Muchas veces el bolívar sirve como complemento.
Una escena típica en un supermercado: si el total es 90.919.608,75 bolívares, el cajero saca una tabla hecha a mano con equivalencias entre bolívares y dólares y dice algo como: “Le da 20 dólares más una diferencia”, 2,50 dólares que se pueden pagar al cambio en bolívares con tarjeta de débito.
Que el cliente entregue 25 dólares no es opción porque casi no hay billetes estadounidenses de baja denominación para dar cambio, mucho menos monedas de centavos.
Algunos clientes pagan con Zelle, una plataforma de bancos estadounidenses, por su teléfono celular. Otros transfieren desde cuentas en Panamá, más fáciles de abrir desde Venezuela. Ciertos comercios incluso actualizaron sus sistemas para detectar automáticamente las transferencias desde el exterior.
Otra opción son las tarjetas internacionales de débito o crédito, que eran poco usadas en el pasado, sobre todo las de Estados Unidos, por el temor de los consumidores a que sus cuentas fueran bloqueadas por las sanciones de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro.
¿Tiene cash? No es garantía
El estado de los billetes también es un dolor de cabeza. Unos comerciantes tienen máquinas para detectar billetes falsos, otros los verifican manualmente. Una mancha, una pequeña rotura o que simplemente estén “muy viejos” puede ser un motivo para no aceptarlos. “¿No tiene otro?”, le preguntan al cliente, que corre el riesgo de salir del local con las manos vacías.
El vuelto en dólares es una excepción, así que es normal pedir a los consumidores tomar productos que inicialmente no iban a comprar para completar un número redondo que puedan cubrir con un billete.
En regiones fronterizas, aunque el dólar impera, es común ver transacciones con pesos colombianos, reales brasileños y hasta gramos de oro. El euro es menos usado y su valor suele ser puesto a la par del dólar, aunque en realidad sea mayor.
En este escenario las criptomonedas comienzan a hacer su camino. Así, Venezuela ocupó el séptimo lugar en un índice de la firma Chainalysis que midió su uso por país en 2021.
Agencia AFP
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