El horror tomó nuevamente las calles de El Callao con el hallazgo el pasado miércoles de dos cabezas humanas en la plaza El Jobo. Se trata de una práctica en la zona con la que dan por entendido el cobro de una deuda.
En la plaza El Jobo de El Callao, en el sur del estado Bolívar, hallaron dos cabezas humanas dentro de un bolso. El hallazgo ocurrió la mañana del pasado miércoles 29 de septiembre, según reporte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Una de las cabezas correspondía a un hombre y la otra a la de una mujer, que no han sido identificados. Calculan que tenían entre 25 y 27 años.
Según el parte policial, un sujeto lanzó las cabezas dentro de un bolso azul. El hombre vestía short blanco y franela azul “con apariencia de minero, no identificado, quien dejó el bolso y salió en veloz carrera y abordó una moto que tomó destino vía Caratal”.
Antecedentes
No es la primera vez que El Callao es escenario de estos hechos de violencia en medio de pugnas por el oro, y que se atribuyen a cobros de deudas o venganza entre grupos irregulares mineros.
En 2019 se registraron varios casos de hallazgos de cabezas humanas en El Callao. Uno de ellos fue en mayo. En octubre de ese mismo año encontraron dos cabezas en menos de 24 horas.
El 26 de octubre abandonaron la cabeza de un hombre en la plaza Bolívar de El Callao. Estaba envuelta en un saco de fieltro y con heridas de arma blanca. La segunda fue hallada al día siguiente en las inmediaciones del Terminal. Ese mismo día encontraron un cuerpo decapitado que presuntamente correspondía a la cabeza que hallaron el día anterior.
El 24 de diciembre de 2019 estos hechos de terror no cesaron. Otra cabeza humana fue abandonada con panfletos cerca de la Escuela Nicolás Antonio Farreras.
El pranato minero en el sur de Bolívar instauró su propia ley. Estos actos forman parte de las advertencias a la población y muestra de lo que resulta de una disputa con el grupo que domine. También se han tomado como castigos por robos o a “quienes hablen de más” sobre lo que sucede en la población callaoense.
CrónicaUno
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