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Alertan sobre presencia de armas de fuego en escuelas venezolanas

La presencia de armas de fuego en las escuelas no es una realidad que solo se vive en Estados Unidos. En Venezuela, constantemente las autoridades de los centros educativos, en su mayoría públicos, deben lidiar con la circulación de armas en los planteles.


Según una investigación realizada por la Agencia Pana de Cecodap, entre 2014 y 2020 se reportaron al menos ocho casos de presencia de armas en colegios de Venezuela; situación que se cobró la vida de cuatro estudiantes.

El educador y orientador de Cecodap, Fernando Pereira, afirmó en una entrevista que esta realidad ocurre con más frecuencia de la que se imagina.

«A veces puede ser un facsímil que los estudiantes aseguran que llevan a los colegios con fines disuasivos ante amenazas, o para infundir respeto entre sus compañeros. Cuando se hacen las investigaciones, las armas que esos jóvenes llevan pertenecen a un miembro de la familia y los chicos las utilizan», indicó el especialista.

La mayoría de los casos registrados se han presentado en escuelas y colegios de carácter público; que representan el 80% de la red educativa de todo el país.

Los problemas emocionales que deja el acoso en un niño o adolescente, sumado al acceso a armas blancas o de fuego, pueden ser letales, según los expertos de Cecodap, y muestra de ello es el siguiente caso.

Consecuencia de las armas de fuego en las escuelas

En el 2014, un adolescente de 15 años de edad murió luego de recibir varios disparos de parte de un compañero de clases, a las afueras de un liceo ubicado en El Junquito. Por el caso imputaron a dos jóvenes, y en las investigaciones policiales se determinó que ambos eran acosados por la víctima.

«Siempre hay que investigar que hay detrás de esos casos para determinar los verdaderos problemas que hay que atacar. Debemos entender que lamentablemente en Venezuela hay una normalización de las armas de fuego; además del temor o el respeto que pueda significar tenerla», indicó el abogado de Cecodap, Carlos Trapani.

En 2015, un niño de 12 años, y estudiante de sexto grado en un colegio de Caracas, se disparó accidentalmente en la pierna cuando manipulaba un revolver calibre 38 adentro de su salón de clases. Lo trasladaron al hospital Miguel Pérez Carreño y lograron salvarle la vida. Posteriormente, se determinó que la pistola pertenecía a uno de sus padres.

«Las armas siempre están presentes, y lamentablemente en el país, sabemos que hay una circulación importante de armas no registradas e ilegales», aseguró Fernando Pereira.

Pero esta realidad no solo se ha registrado en Caracas, pues en el interior del país también se han reportado este tipo de situaciones.

En el interior de un liceo en Maracaibo, estado Zulia, una adolescente identificada como Ana, murió tras recibir un disparo por parte de un compañero de clases. Eso ocurrió en el 2016, la víctima cursaba cuarto año de bachillerato.

Una realidad recurrente

Un año después, esta vez en un colegio de Los Teques, estado Miranda, le encontraron un arma de fuego a un niño de nueve años. Las averiguaciones determinaron que la pistola, tipo Glock, pertenecía al padre del infante, quien fue detenido por las autoridades.

En octubre 2018, un estudiante de 12 años fue asesinado a tiros por tres compañeros de clases luego de una pelea en un liceo de Santa Teresa del Tuy, estado Miranda. Su cadáver lo encontraron en la orilla de un río cercano al centro educativo. Presentaba signos de tortura y violación.

Ese mismo año un adolescente de 13 años resultó herido por un proyectil disparado por un compañero de clases en un liceo de la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira.

A principios de julio del 2019, un joven de nombre Franco murió a manos de dos compañeros de clases, quienes confesaron haber cometido el crimen porque la víctima los vio robándose un teléfono. El hecho ocurrió a las afueras de un liceo en el municipio Baruta de Miranda.

En febrero del 2020 le encontraron un arma de fuego dentro de una cartuchera a un niño de 11 años. Se desconoce la razón por la que había tomado la pistola, que pertenecía a sus padres. Ambos se encuentran detenidos.

Cifra negra sobre armas de fuego en escuelas de Venezuela

Si bien es cierto que ocho casos en seis años es una cifra alarmante, esto solo son los casos reportados por los medios de comunicación que pudo colectar la agencia Pana de Cecodap. Es decir, puede haber una cifra negra, tanto de casos no denunciados, como de otros que no se conocieron públicamente.

Además, no hay un registro de casos de armas blancas en centros educativos, que evidentemente pudiera ser mayor que la de armas de fuego.

Esto genera un panorama bastante preocupante en lo que se refiere a la violencia en las escuelas, pues parece que es un problema que no se ataca ni se previene.

Algunas medidas para prevenir ingreso de armas de fuego a colegios en Venezuela

Ante la preocupación por la presencia de armas en los centros educativos, desde hace varios años, muchas autoridades escolares, mayormente de unidades educativas públicas, optaron por no permitir el ingreso de estudiantes con bolsos que no sean de malla o transparentes. Además de revisarlos cada vez que entran y salen del plantel.

A juicio de Carlos Trapani, en los colegios debería adoptarse la estrategia de colocar detectores de metales en la entrada, como uno de los métodos más efectivos para evitar el ingreso de armas.

Además, de crear campañas de concientización para que los estudiantes entiendan el peligro que representa portar un arma de fuego.

Entre tanto, Fernando Pereira insta a los padres y representantes a estar más pendientes de los niños y adolescentes para que esos problemas que surgen no pasen a mayores.

NTA

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