La Corte Suprema de Estados Unidos dictamina que no existe el derecho al aborto al anular Roe v. Wade, el fallo histórico de 1973 que garantizaba este procedimiento en todo el país.
El fallo de la Corte Suprema, en una decisión de 6-3, otorga a los estados individuales el poder de establecer sus propias leyes de aborto sin preocuparse de entrar en conflicto con Roe, que había permitido abortos durante los dos primeros trimestres del embarazo.
En adelante, el derecho al aborto lo determinarán los estados, aunque se espera que casi la mitad de los estados proscriban o restrinjan severamente el aborto como resultado de la decisión de la Corte Suprema.
“Sostenemos que Roe y Wade deben ser anulados”, escribió el juez Samuel Alito.
“La Constitución no hace referencia al aborto, y ningún derecho de este tipo está protegido implícitamente por ninguna disposición constitucional, incluida aquella en la que ahora se basan principalmente los defensores de Roe y Wade: la cláusula del debido proceso de la Decimocuarta Enmienda”, escribió Alito.
“Esa disposición se ha sostenido para garantizar algunos derechos que no están mencionados en la Constitución, pero cualquier derecho de ese tipo debe estar ‘profundamente arraigado en la historia y tradición de esta Nación’ e ‘implícito en el concepto de libertad ordenada’.
“Es hora de prestar atención a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”, escribió Alito.
Los partidarios del derecho al aborto condenaron de inmediato el fallo, los opositores al aborto elogiaron una decisión que habían esperado durante mucho tiempo.
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