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Reportan colapso del sistema de citas en el Hospital Clínico de Trabajadores de Ciudad Guayana

Hospital Clínico de los Trabajadores de Guayana. (Foto/Cortesía)
Familiares, trabajadores y jubilados de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) denuncian el colapso del sistema de citas para consultas médicas y pruebas de laboratorio y falta de insumos básicos en el Hospital Clínico de los Trabajadores de Guayana, ubicado en una de las sedes de la casa matriz en Ciudad Guayana.

“Como jugar bingo, cuestión de suerte”, definen los pacientes cevegistas el proceso para conseguir una cita médica en las áreas especializadas que ofrece el recinto actualmente: medicina interna, gineco obstetricia, psicología, pediatría, urología, fisiatría, traumatología, cirugía general, nefrología y cardiología.

Roberto Rivas, pre jubilado de 69 años que trabajó 37 años de su vida en la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), relató que tuvo que esperar cinco meses (desde diciembre de 2021 hasta el 3 de mayo de 2022) para que le concedieran una cita con el cardiólogo. Luego, el hombre -que además de paciente renal es diabético- tuvo que esperar 45 días más para que le dieran una cita con el nefrólogo.

Actualmente espera un cupo para exámenes de laboratorio desde hace un mes: cada vez que llega al hospital pierde el viaje. Este lunes 30 de mayo acudió nuevamente a ver si esta vez sí le recibían los documentos para programar sus exámenes de rutina, pero no lo consiguió porque diariamente otorgan un cupo para apenas 30 personas.

“¿Por qué no agarran 200 personas de una vez y los programan según su emergencia o servicio requerido? La CVG tenía convenios con laboratorios privados y esto no pasaba. Ahora la corporación está centralizando todo, no es posible que personas de todas las empresas de la CVG vengan a hacerse exámenes de laboratorio y haya cupo para 30 personas nada más, no es lógico”, denunció.

“Mi mamá tiene 85 años, está en silla de ruedas. No la puedo traer, y estoy esperando cita para pruebas de laboratorio desde el primero de mayo. De paso me dijeron que había consultas disponibles del 30 de agosto en adelante”, manifestó Yaneth López, esposa de un trabajador de Sidor.

En el sector privado, las citas médicas están entre los 20 y 80 dólares dependiendo de la especialidad, un monto que la mayoría de los trabajadores activos y jubilados no pueden costear. Por eso, aunque denuncian ser maltratados siguen acudiendo al hospital con la esperanza de ser atendidos oportunamente.

Apenas 30 cupos diarios


Los pacientes reportan que deben llegar desde las 4:00 de la madrugada en adelante para solicitar las pruebas de laboratorio necesarias para avanzar con las consultas médicas.

Aunque en el sitio suelen acumularse hasta 200 personas, el personal atiende solo 30 personas diariamente para laboratorio. Las demás quedan por fuera sin garantías de ser atendidas al día siguiente.

Las pruebas de laboratorio no son inmediatas: una vez que la administración recibe los documentos del paciente (la referencia médica), este debe esperar que le asignen una cita para hacerse los exámenes. La espera es de -mínimo- 12 días y puede tardar hasta un mes o más, según denuncian los afectados.

“Muchos hacemos un sacrificio para venir, nada más con la plata del pasaje encima, hubo gente que se vino en ayunas pensando que esto sería rápido y perdieron la mañana aquí. Los resultados del laboratorio tampoco te los dan rápido y de paso pierden vigencia. No se puede así, esto es una burla”, lamentó Argelia Ruiz, jubilada de 68 años.

Este lunes, cuando llegó al hospital para hacerse una prueba de laboratorio y rayos X, se encontró con más de 100 personas en la entrada del recinto y un funcionario que le dijo que a ella no la iban a atender porque ya el listado estaba completo.

Póliza HCM irremplazable


Atención digna, oportuna y accesible a través de un sistema de salud óptimo fue la promesa que hizo el Dr. Marcelo Storino, gerente general de los Servicios Médicos de la CVG, durante el anuncio de repotenciación del Hospital Clínico de los Trabajadores de Guayana.

En teoría, el centro asistencial con capacidad para al menos 80 camas de hospitalización fue reacondicionado en 2021 para compensar la falta del derecho laboral al seguro Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), beneficio con el que los trabajadores de cada empresa por separado podían recibir atención médica en las clínicas privadas hasta que la CVG centralizó el servicio y dejó de cancelar las deudas a las clínicas y de otorgar las pólizas salvo casos muy puntuales.

Así lo declaró el presidente de la CVG, Pedro Maldonado, en septiembre de 2021, durante un evento de la Orquesta Sinfónica de Guayana:

“Ese proyecto del Hospital Clínico de los Trabajadores de Guayana Dr. José Gregorio Hernández es un clamor para todos los trabajadores, tener un servicio médico de calidad y que no podíamos desarrollar ese servicio médico bajo viejas estrategias, viejas formas, pagando el servicio de clínicas privadas, que se prestó y que salvó muchas vidas, pero que no es posible hacerle frente sobre la base del futuro. Debemos generar nuevas condiciones para que nuestros trabajadores tengan el servicio de salud que merecen”, dijo en ese momento.

En el sector privado, las citas médicas están entre los 20 y 80 dólares dependiendo de la especialidad, un monto que la mayoría de los trabajadores activos y jubilados no pueden costear. Por eso, aunque denuncian ser maltratados siguen acudiendo al hospital con la esperanza de ser atendidos oportunamente

En la práctica, la capacidad de atención médica del Hospital Clínico de Trabajadores de la CVG es insuficiente para dar respuesta a todos los trabajadores, jubilados y familiares de las, al menos, 21 empresas básicas que componen el holding: más de 20 mil personas. Su existencia no puede compensar la ausencia de la póliza HCM.

“Quedamos desamparados, somos adultos mayores que necesitamos tratamiento permanente. ¿Cómo pretenden Pedro Maldonado (presidente de la CVG) y el Dr. Marcelo Storino reemplazar un servicio (el HCM) que agrupa a las 30 empresas del holding CVG?”, cuestionó Hugo Medina, presidente de la Federación de Asociaciones para Jubilados y Pensionados del estado Bolívar (Fedajupebol) y jubilado con 18 años de servicio en CVG Venalum, en entrevista con Correo del Caroní.

Medina argumenta que solamente CVG Venalum tiene siete mil trabajadores y un aproximado de 2.500 jubilados y pensionados. Sidor, que tiene mayor masa laboral, cuenta con al menos 14 mil trabajadores y casi siete mil jubilados.

“¿Cómo ese centro que apenas está arrancando puede atendernos, darnos respuesta a todos nosotros? Necesitamos que reactiven el servicio HCM”, expresó. “Nos toca aprender a vivir con el dolor y a seguir en la calle reclamando nuestros derechos”, agregó.

Piden reactivar HCM ante la muerte de trabajadores activos y jubilados por falta de atención médica


A propósito de que Nicolás Maduro declarara públicamente que se encargaría de la CVG durante el nombramiento de Hipólito Abreu como ministro de Poder Popular de Industrias y Producción Nacional, anclándose en la oferta del 5% y 10% de las acciones de las empresas básicas en la Bolsa de Valores, los jubilados comenzaron a recolectar firmas para exigir la restitución de beneficios laborales menoscabados en 20 años de gobierno autodenominado ‘obrerista’, entre esos, la restitución del servicio HCM como medida humanitaria.

Los pacientes denuncian que, aunque el servicio de emergencia sí ha mejorado, faltan insumos básicos como tensiómetros y termómetros

El HCM es un derecho reconocido en las convenciones colectivas. Los enfermos ocupacionales -que son el 85% de los trabajadores de CVG según estimaciones de Fedajupebol- deberían contar con atención médica oportuna desde consultas, hasta exámenes y tratamiento.

De hecho, 90% de los ingresos que recibían todas las clínicas de la ciudad venían de los seguros HCM que la CVG garantizaba a los empleados.

“Esa atención incluía una póliza con monto variable según el grupo familiar del trabajador, dado que el mismo Estado reconoció que el costo de los enfermos ocupacionales era muy alto, uno visita la clínica hasta tres veces al mes”, explicó Medina.

La falta de atención médica cobró la vida de 11 trabajadores activos y jubilados de CVG Venalum y Sidor en los últimos dos meses, precisó Medina. “Han muerto muchos compañeros (…) Nosotros hubiésemos preferido entonces que hicieran esa inversión en los hospitales Uyapar, Dr. Raúl Leoni en San Félix, Dr. Gervasio Vera Custodio en Upata y Ruiz y Páez en Ciudad Bolívar”, declaró.

Farmacia vacía y emergencia a media máquina


Los pacientes reportan que en la farmacia del hospital tampoco hay medicamentos más allá de los básicos analgésicos y antiinflamatorios.

Los tratamientos permanentes para enfermedades crónicas, se retiran -en teoría- directamente en los servicios de salud de las empresas básicas. “Pero resulta que no hay, y si hay, no lo dan completo. Siempre es un problema”, denunció Andrés Aular*, jubilado de 72 años, ocho de los cuales trabajó en CVG Sidor.

En farmacia solo hay medicamentos básicos. Las medicinas de alto costo o para la mayoría de las enfermedades ocupacionales no están disponibles, reportan pacientes.

Aular es hipertenso, sufre de la próstata y vive con un solo riñón desde hace 34 años. Desde hace tres años no recibe el tratamiento que necesita en Sidor y cuando acudió al hospital de la CVG le dijeron que ahí tampoco había.

“La solución sería que amplíen el número de atención, o que cada empresa reciba a su gente, como era antes, porque esto es un embudo”, dijo. Pero los servicios médicos de cada empresa básica tampoco cubren el tratamiento completo de los enfermos crónicos.

Yaneth López, esposa de un trabajador activo de Sidor, relató que la primera semana de mayo su madre ingresó a la emergencia del hospital porque tenía un cuadro febril provocado por la celulitis que tiene en una de sus piernas (infección cutánea potencialmente grave). Tenía criterio de hospitalización, pero solo le dieron un hipertensivo y la remitieron a su casa.

“Ese día no había ni tensiómetro aquí para tomarle la tensión, le metieron una pastilla en la boca y me la traje para la casa”, afirmó.

“Mi hija con cinco meses de embarazo ingresó con fiebre y un ataque de asma. Resulta que cuando llegué el internista la vio, pero no le mandó nada, no la mandaron a nebulizar, ni un termómetro para tomarle la temperatura. ¿Cómo en una ‘clínica’ no va a haber un termómetro para tomar temperatura? Qué molestia”, manifestó Carmen Guaca, de 43 años, esposa de otro trabajador de CVG.

Correo del Caroní

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