En un local que funcionaba como clínica en Tumeremo, las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas, encontraron armas de guerra, AK-47, fusiles, escopetas, cargadores entre otros.
La información conocida vía redes sociales de El Diario de Guayana y del periodista Tyantoima, indica que los uniformados realizaron las pesquisas con el éxito del caso, luego de poner tras las rejas a integrantes de la banda las Tres R.
Según la nota, los militares «descubrieron» que los mineros estaban destruyendo la flora y la naturaleza de la zona minera del municipio Sifontes, y zonas aledañas.
Desde la semana pasada, las FANB mantienen una especie de control militar sobre el municipio Sifontes y la zona de la Sierra Imataca, colindante con el Esequibo que forma parte de Venezuela, territorio que Guyana reclama como propio, gracias a una acción diplomática de los ingleses en contra de Venezuela, en ese entonces bajo el yugo de la Corona española, hace poco más de dos siglos y que desde 1969 está congelado.
Sólo que ahora las empresas petroleras transnacionales encontraron petróleo en la plataforma deltana y Guyana, apoyada por estas empresas, ha arreciado su campaña para quedarse con el Esequibo y con la salida del río Orinoco así como la barra y la plataforma deltana, alegando que todo eso es costa del Esequibo.
Todo hace presumir que los militares no están allí por las minas; ese es lo que llaman un daño colateral que rendirá frutos al Estado venezolano porque seguramente donde desalojaron a los mineros, instalarán empresas privadas, nacionales y extranjeras que por lo menos sembraran aunque una matica para proteger el medio ambiente mientras recuperan el oro. CC
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