Citando los terremotos en Siria y Turquía, que dejó más de 47.000 muertos, el pastor enfatiza la importancia del papel de la Iglesia: "Ore y hable de Jesús y la gente se convertirá. Ha llegado el momento de lanzar la última red".
“Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos en varios lugares . Todo esto será principio de dolores”, es lo que dice la palabra de Dios en Mateo 24, capítulos 7,8.
Entre otras citas, los terremotos señalan el tiempo del fin, ya que ocurren con más intensidad y en intervalos de tiempo cada vez más cortos, como los 'dolores de parto'.
La simbología bíblica que utiliza la 'mujer que está a punto de dar a luz' está ligada al regreso de Cristo. Cuantos más terremotos, guerras, pandemias, hambrunas y persecuciones haya, es decir, cuanto más dolor, más cerca está la llegada de Jesús.
¿Y cuál es la relación entre el actual terremoto en Siria y Turquía y estas profecías? Para el pastor Lamartine Posella, “no fue un terremoto cualquiera”, dijo, recordando que fue el más fuerte en 80 años en la región y que sirve como “gran señal” para la Iglesia.
'Habrá una gran cosecha de almas'
“El año 2023 empezó con todo y ¿cuál es el papel de la Iglesia? El pueblo cristiano está durmiendo y sin darse cuenta de lo que está pasando”, dijo Posella.
“Jesús explicó que las señales de la naturaleza serían como los dolores de parto de una mujer. Estamos viviendo este tiempo, no lo puedes negar y no puedes quedarte dormido”, continuó.
“Este es el tiempo de correr, la Iglesia necesita evangelizar porque Jesús regresa. Dios nos abrirá amplias ventanas y puertas para llegar a todo el mundo. Habrá una gran cosecha de almas”, destacó.
'Este es el momento de echar la última red'
Según el pastor, las señales no se limitan a los terremotos, sino que la geopolítica también está dando varias señales.
Entre las señales, el pastor mencionó la guerra entre Rusia y Ucrania, China lanzando sus globos espías, Irán dejando cada vez más claro que borrará a Israel del mapa, y la tensión entre las superpotencias.
“Empieza a orar por tus amigos, tu familia y tus compañeros de trabajo. Hablen de Jesús, para que se arrepientan de sus malos caminos y se conviertan. Este es el momento de echar la última red”, concluyó.
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