En una entrevista telemática concedida a EFE en Viena, Ramírez se refiere a la trama de corrupción que ha salido estos días a la luz con 25 detenidos, entre ellos 14 funcionarios y 11 empresarios.
Para Ramírez, la reciente dimisión de Tareck El Aissami como titular de Petróleo -oficialmente para «apoyar» la investigación en curso- revela una importante fractura de la cúpula estatal, pues se trata de «la mano derecha» de Maduro.
«Lo han debido poner de lado por el escándalo que esto significa y también porque hay sectores del madurismo que están negociando» con Washington, opina Ramírez.
Alude así a que la orden de captura por narcotráfico dictada por la Justicia estadounidense contra El Aissami dificulta las negociaciones sobre un levantamiento parcial al embargo petrolero estadounidense impuesto a Venezuela.
Según Ramírez, El Aissami «ha entregado la industria petrolera a agentes internacionales, incluyendo al gobierno de Irán».
Washington «no está dispuesto a seguir entendiéndose con un personaje como éste», asegura.
Pero pese a que aparentemente ha sido apartado del poder, El Aissami «está protegido, no le va a pasar nada, porque sigue siendo la mano derecha de Maduro».
«Como es uno de ellos, han guardado absoluto silencio. Ni siquiera el fiscal lo menciona», destaca.
«Oficialmente no lo implican en nada», aunque «este señor tuvo luz verde para hacer todo en Pdvsa lo que quisiera» y fue el responsable «de todo ese invento ilegal» de la criptomoneda.
La llamaron «Petro» y «se usó sobre todo para escamotear pensiones y derechos de los trabajadores», asegura Ramírez.
«Empezaron a pagarles en Petros, o sea, en nada», y también la usaron «para lavar miles de millones de dólares en el remate que han hecho de poderosas empresas del Estado que hoy no valen nada», concluye Ramírez.
Comentarios: