Economista José Luis Alcocer, Dirigente sindical de la Siderúrgica del Orinoco SIDOR, acompañado de Trino Basanta Presidente del sindicato de la Salud-Bolivar y Carlos Pinelly exGerente de CVG.
La Corporación Venezolana de Guayana (CVG) La Corporación Venezolana de Guayana nace el 29 de diciembre de 1960 como dependencia de la Presidencia de la República. Sus múltiples responsabilidades surgen de la falta de organismos públicos para coordinar y manejar las diferentes necesidades presentes en la región. Después de los sucesos políticos del 23 de enero de 1958, donde fue derrocado el período dictatorial, permitieron el restablecimiento del orden democrático en Venezuela y ello no significó para el estado Bolívar la interrupción del proceso de transformación económica y social iniciada en la región, en la década 1948-1958.
El camino hacia el Dorado en la época contemporánea comienza con la creación de la Corporación Venezolana de Fomento en 1946, su preocupación por el desarrollo industrial, su interés en la electrificación del país, su intención de aprovechar el mineral de hierro transformándolo en acero. Venezuela como otros países atrasados del mundo, siente la necesidad de industrializarse y para concretar este sentimiento de industrialización surge la Corporación Venezolana de Fomento (CVF) como el ente ejecutor del programa de industrialización del régimen democrático. En este programa se concibió el proceso de industrialización iniciando una primera etapa con el desarrollo de las industrias básicas, dando prioridad a la eléctrica, sin cuyo desarrollo es imposible cumplir programa industrial alguno y las relacionadas con el bienestar humano, alimentación, vestido, combustible y habitación. En esta primera etapa se abordó también el incremento y tecnificación de industrias extractivas distintas del petróleo y algunas relacionadas con la química industrial. La primera manifestación sobre un programa de desarrollo regional comienza a instaurarse en la medida que avanzan los proyectos hidroeléctricos (EDELCA) y siderúrgico (SIDOR), conducidos en la región de Guayana por dos organismos públicos con alta jerarquía administrativa, como son la Comisión para la Electrificación del río Caroní y la oficina de Estudios Especiales de la Presidencia de la República. Ambas instituciones son el germen organizativo de lo que más tarde será la Corporación Venezolana de Guayana y los cuales poseían los mismos principios de desarrollo de la corporación actual, ya que surgen con la finalidad de hacer de la Región Guayanesa un emporio industrial capaz de cubrir las necesidades socioeconómicas del país para ese período de la historia venezolana.
Al caer la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se materializa la creación de la Corporación Venezolana de Guayana, cuya promulgación ocurrió el 29 de diciembre de 1960 durante el segundo gobierno de Rómulo Betancourt, la cual fue creada por decreto número 430, del Presidente de la República, en el que se dictó el Estatuto Orgánico del Desarrollo de Guayana. Según Jóvito Martínez (1996) “La Corporación tendrá a su cargo la coordinación, planificación, e impulso de todo lo relativo a la zona industrial de este territorio. Los criterios para la formulación de políticas en Guayana se van conformando sobre el despegue industrial y la creación de polos de desarrollo con fundamentos para la transformación y crecimiento del país” (Crónica de la Corporación Venezolana de Guayana y sus empresas; 1996. p.17). La Corporación Venezolana de Guayana fue elevada a categoría de Ministerio durante la presidencia de Leopoldo Sucre Figarella en el gobierno democrático de Jaime Lusinchi.
Luego con la revolución del siglo XXI fue reducida a una oficina adscrita al Ministerio de la Secretaría de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Esto de acuerdo al decreto – con fuerza de Ley – número 1.531 firmado por Hugo Rafael Chávez Frías y publicado en Gaceta Oficial número 5.553 del 12 de noviembre de 2001. Actualmente, está adscrita al Ministerio de Industrias Básicas y Minería (MIBAM).
La misión de la CVG desde su fundación fue Planificar, promover y coordinar el desarrollo integral, humanista y sustentable de la Zona de Desarrollo de Guayana, mediante procesos participativos que involucren a los diferentes sectores de la población, para impulsar el nuevo modelo socio- productivo del país. territorio y algo importante como lo es asegurar que las empresas tuteladas de la CVG, se adecuen al marco jurídico ambiental venezolano. Es innegable que cumplió ese rol a cabalidad y dejó las bases sentadas para pasar a una etapa superior del crecimiento y el desarrollo regional.
Con la CVG nació Ciudad Guayana con una estructura y planificación lo que le permitió encabezar la lista de las ciudades planificadas del país ( es el caso de la zona de Puerto Ordaz) de allí que se pueda destacar la forma en que se encuentran ubicadas sus diferentes urbanismos en el plano original de la ciudad, entre los objetivos de la CVG se encontraban la infraestructura de la ciudad, tal es el caso de “calles, vialidad interna, agua, cloacas, puerto, puentes y hermosos parques, se ha prestado atención especial a la construcción de las viviendas y de las escuelas requeridas por la creciente población…” (Informe anual CVG 1960-1970. p.12)
La CVG participó de forma activa en el desarrollo educativo de la región debido a que los organismos encargados de desarrollar el reglón de la educación, sobre todo a nivel de infraestructura, no existían o no poseían la capacidad para cumplir los requerimientos de la ciudad, obligó a la CVG a actuar de forma directa y responsable sobre ellos, Además se destacó en el desarrollo recreacional, turístico y deportivo, caso emblemático en el país. Su aporte al esparcimiento en la región no tiene precedentes. Por otra parte, su participación en el desarrollo de la vialidad y de los servicios públicos fue determinante para la región.
Su punto cumbre fue la industrialización de la región de Guayana, lo cual se constituyó en un hecho que no sólo afectó a la región, sino, que afectó a toda la nación ya que a través de la industrias desarrolladas en la tierra guayanesa el país comenzó a percibir los beneficios económicos, sociales y de infraestructura propios del desarrollo consecuencia de dicha industrialización, el Programa de Guayana fue un plan ambicioso para darle a Venezuela un empuje similar al que le dio la presencia de la industria petrolífera del país.
Ahora bien, después de este breve resumen de lo que ha significado la Corporación Venezolana de Guayana CVG comparado con la situación actual dibujada por el Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek William Saab al informar sobre los funcionarios que han sido detenidos por presuntos casos de corrupción en la Corporación Venezolana de Guayana CVG, nos queda concluir que el socialismo del siglo XXI fracasó en lo que se propusieron, que a estas alturas todavía no sabemos que pretendieron y cual fue su propósito. LA CVG LES QUEDO DEMASIADO GRANDE.
El Bolivarense.-
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