📝Por José Luis Centeno S. (@jolcesal)
La otrora prestigiosa empresa CVG Ferrominera Orinoco ha sido escenario, en los últimos años, de una drástica disminución en los niveles de producción, disputas laborales y dificultades financieras. No está clara cuál es la situación actual, las declaraciones oficiales de la empresa no convencen, menos con el trato humillante a sus jubilados.
Un numeroso grupo de jubilados le está exigiendo al gobierno, en este caso a CVG Ferrominera Orinoco, el pago de la liquidación de las prestaciones sociales. Hay trabajadores que desde el año 2018 esperan ese pago, igual suerte corren quienes culminaron su relación laboral en los años sucesivos hasta hoy día, ninguno lo ha recibido.
La ley orgánica del trabajo es clara, la liquidación de las prestaciones sociales debe hacerse efectiva en un lapso perentorio, en lugar de hacerlo, les vienen dando a los jubilados media bolsa de comida y 200 bolívares mensuales, ni haciendo magia eso alcanza para las necesidades básicas de un ser humano, menos para las familias de los jubilados.
Quienes hoy reclaman sus liquidaciones, fueron partícipes del mayor récord histórico de la empresa, 23 millones de toneladas de producción en el año 2006. Las nuevas autoridades dicen producir “entre 3 y 5 millones de toneladas anuales”. Ese “entre” sugiere que los números son otros, exiguos, como exiguos son los llamados beneficios de los jubilados.
“Nosotros dimos nuestra mejor versión como trabajadores en la empresa y ahorita estamos exigiendo nuestros derechos, que están muy bien justificados, en lugar de respetar esos derechos, nos atropellan, nos han colocado en una situación de precariedad insostenible que afecta por igual a nuestras familias, parece que quisieran jubilarnos de la vida también”.
Los jubilados de CVG Ferrominera Orinoco han agotado todas las opciones dentro de la empresa y ahora están buscando ayuda externa para hacer frente a su situación. Es importante recordar que los derechos de los trabajadores son fundamentales y deben ser respetados tanto por las empresas como por las autoridades gubernamentales.
“Las vías fueron agotadas con la empresa, entonces ahora le enviamos un informe y nuestras exigencias al Ministerio del Trabajo, a la Junta Interventora de CVG, a la Organización Internacional del Trabajo y también al Fiscal General de la República, dispuestos como estamos en hacer valer nuestros derechos, ya que pretenderían que nosotros los jubilados paguemos los platos rotos de la quiebra de la empresa”.
Esta situación muestra la importancia de tener leyes laborales sólidas y programas de protección social para los trabajadores que les permitan recibir sus prestaciones sociales y otros beneficios laborales a los que tienen derecho.
“La directiva de la empresa dice que nuestro dinero está en el sistema patria, resulta que nosotros no hicimos contrato con el sistema patria, nosotros firmamos un contrato con quien tiene figura jurídica, CVG Ferrominera Orinoco. El sistema patria no tiene figura jurídica, entonces nosotros no podemos hacerle ningún reclamo al sistema patria”.
En la declaración antes citada, se puede apreciar una contradicción en relación a la figura jurídica de la empresa y del Sistema Patria. Mientras que la empresa CVG Ferrominera Orinoco tiene una figura jurídica clara y definida, el sistema Patria no tiene ninguna figura jurídica, lo cual complica la posibilidad de hacer reclamos o demandas legales en su contra.
Además, el hecho de que se sugiera que el dinero de los jubilados esté en el sistema Patria, sin haber firmado un contrato específico con él, puede resultar en una situación en la que se desconozcan los términos exactos de la relación entre los jubilados y el sistema Patria, lo que puede dificultar aún más la búsqueda de soluciones. Se requiere respetar los contratos involucrados en esta situación para garantizar adecuadamente los derechos de los jubilados de CVG Ferrominera Orinoco sin afectar más su ya menguada estabilidad financiera.
“Entre los años 2014 y 2016, el precio de la tonelada de hierro osciló entre 35 y 55 dólares, eso fue considerado algo crítico, sin embargo recibíamos todos nuestros beneficios laborales, un salario digno, una vida digna teníamos para aquel entonces. Desde el año pasado, el precio de la tonelada de hierro oscila entre 240 y 280 dólares, y no tenemos caja de ahorro, ni prestaciones ni una pensión digna”.
En la cita anterior, se puede notar una clara contradicción en la situación económica de la empresa y de los jubilados en diferentes momentos de tiempo. Durante el periodo de 2014 a 2016, cuando el precio del hierro era relativamente bajo, los trabajadores de CVG Ferrominera Orinoco recibían sus beneficios laborales y una vida digna, mientras que en la actualidad, con un precio mucho más alto del hierro, los jubilados están experimentando dificultades financieras significativas y carecen de beneficios laborales esenciales.
Esta contradicción pone de relieve la importancia de proteger los derechos y beneficios laborales de los trabajadores incluso en momentos de crisis económica, y sugiere que puede haber otras variables involucradas en el deterioro financiero de los jubilados que deben ser investigadas y tratadas.
Es lamentable que los jubilados de CVG Ferrominera Orinoco estén enfrentando dificultades, acoso y hostigamiento, para obtener el pago de sus prestaciones sociales. Esta situación muestra una falta de apoyo por parte del gobierno y de las autoridades de la empresa ante las necesidades básicas de aquellos que han dedicado años de trabajo y esfuerzo a la compañía.
Como sociedad, debemos reflexionar sobre la importancia de valorar el trabajo y los derechos de aquellos que han contribuido al crecimiento de las empresas en nuestro país. Es de esperar que se tomen acciones concretas para solucionar esta situación y que se brinde el respeto y el apoyo merecido a los jubilados de CVG Ferrominera Orinoco.
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