Esta obra inaugurada el 01 de noviembre del año 1998 y que fue sede alternativa de los equipos Caribes de Anzoátegui y Navegantes del Magallanes, se ha convertido en una ruina que alberga delincuentes, basura y maleza.
Esta obra donde se realizaban juegos de la Liga Venezolano de Béisbol Profesional, es un espacio ignorado por el El Ministerio del Poder Popular para el Deporte (MPPPD), Alcaldía de Caroní y la Gobernación del estado Bolívar, entes responsables de mantener y recuperar los espacios deportivos de la región.
El estadio ha sido considerada una joya arquitectónica, su tribuna semicircular y de amplio esepctro en el área techada o principal proporciona una visual panorámica y confiere una capacidad inmensa de aficionados cómodamente sentados.
También alberga otro gran número de personas en sus enormes graderíos o tribunas populares. Varios fueron los intentos de fundar un equipo de béisbol profesional en Guayana para darle uso permanente al parque, pero los intentos fueron fallidos y el parque, en manos del gobierno regional, quedó en el abandono.
Hoy en día, por el cúmulo de años de deterioro y falta de mantenimiento, los montos de inversión para recuperarlo son inmensos, sin embargo, las comunidades cercanas y los amantes al béisbol están batallando para que, de algún modo, bien el Estado, bien la empresa privada o una alianza entre ambos lo recuperen antes que termine de quedar en ruinas.
Sin embargo, el terreno es usado por una academia llamada Suniaga Sport dirigida por Carlos Suniaga. Ellos hacen lo que pueden pero se ven perjudicados por el desmejoramiento de la infraestructura y el deterioro de las mismas, ya que en esa grama se forman niños y jóvenes futuros relevos beisboleros.
El abandono en todos sus espacios es evidente. No solo la maleza tragándose la instalación por dentro y por fuera, sino el deterioro por el tiempo sin mantenimiento, por la inactividad y el sometimiento al desvalijamiento y al saqueo perpetrados por los maleantes que lo circundan, son señales evidentes de indolencia e incapacaidad.
Habitantes del sector Manoa y Moreno de Mendoza denuncian que el estadio se ha convertido en una guarida de malandros quienes atacan a las personas que realizan caminatas en el estacionamiento, pues la oscuridad se apodera por las noches porque sus ochos torres de iluminación no funcionan.
También visualizan diariamente como personas desvalijan el estadio, con objetivos y materiales que son robados de esta sede deportiva.
Los vecinos amantes de los deportes afirman que no se trata únicamente del estadio La Ceiba, también ocurre en estadio del municipio Padre Pedro Chien, en la población de El Palmar. Estadio 17 de Mayo en Upata, Parque Alejandro Otero y más emblemático aún el parque La Fundación, Cachamay del municipio Caroní.
📝NAM/La Nueva Prensa de Guayana
Comentarios: